Los indignados vuelven a Sol
La 'cabalgata' convocada por el 15-M fue secundada por unas 3.000 personas - Los manifestantes rebasaron el cordón policial que trató de impedir la marcha
Unas 3.000 personas decidieron salir a la calle ayer, día de los Santos Inocentes, como colofón a las jornadas de protesta que comenzaron el pasado 15 de mayo. La concentración, inicialmente convocada en la Puerta de Alcalá, derivó pronto en un claro enfrentamiento con los antidisturbios, al rebasar los manifestantes el cordón policial. Sin embargo, el ambiente se fue relajando posteriormente hasta que la denominada cabalgata indignada llegó a la Puerta del Sol con una fiesta a ritmo de samba.
La protesta fue convocada por 45 asambleas y 11 grupos temáticos del 15-M, así como por 17 colectivos, como Ecologistas en Acción, Anonymous, la asociación No Nos Resignamos o la plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II. Comenzó a las siete de la tarde en la entrada del Retiro frente a la Puerta de Alcalá y allí se vivieron los momentos de mayor tensión. Los agentes de la Unidad de Intervención Policial (antidisturbios) se emplearon a fondo para evitar que los centenares de indignados pudieran salir de esa zona, algo que consiguieron tras un enfrentamiento con los policías y una ligera carga que se saldó con dos detenidos. Cinco personas -dos policías y tres manifestantes- resultaron heridas leves y solo dos fueron trasladadas al hospital Gregorio Marañón para recibir puntos de sutura.
La marcha, que carecía de la preceptiva comunicación a la Delegación del Gobierno en Madrid, obligó a cortar todo el tráfico del centro, lo que causó graves problemas en las vías aledañas a Cibeles, Gran Vía y el principio de la calle de Alcalá. Conforme avanzaba se producían los cortes de tráfico y se sumaban más personas. Poco a poco fue predominando el ambiente lúdico, pero con un claro trasfondo reivindicativo. Se vieron profesores de la enseñanza pública con las llamativas camisetas verdes e integrantes de la plataforma en contra de los desahucios.
Hubo charangas, orquestas improvisadas y más de una representación del belén. Todo ello bajo el lema "Hemos perdido la inocencia". Era frecuente ver a personas disfrazadas de pastores con pequeñas pancartas colgadas en las que se podía leer "Yo no tengo casa". Una novedad de esta convocatoria fue el camión grúa que encabezó la cabalgata. Allí se montaron personas que simulaban un edificio y corearon cánticos. También había un Judas hecho rey, que castigaba a sus fieles cobrándoles más impuestos sin concederles una vivienda digna para poder habitarla. Los laterales del vehículo iban cubiertos con pancartas a favor de alquileres baratos: "Contra la crisis de derechos y por una vivienda digna, alquiler social universal".
Los cánticos famosos se repitieron una vez más durante toda la marcha: "Vuestra crisis no la pagamos", "¿Qué pasa, qué pasa? Que no tenemos casa" o "Lo llaman democracia y no lo es" fueron los más coreados. La presencia policial se fue diluyendo conforme crecía la presencia de personas. Tan solo los antidisturbios de la Policía Municipal protegieron la fuente de Cibeles para evitar que se subieran a ella. La marcha concluyó alrededor de las nueve de la noche en la Puerta del Sol, donde solo había tres furgonetas de la UIP junto a la sede del Gobierno regional. Los integrantes de la cabalgata se fueron disgregando por la plaza y se mezclaron con la enorme cantidad de personas que hacían compras o paseaban por la zona.
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