Iniciativas para crecer
La Fundación Altuna premia los proyectos de cuatro jóvenes para mejorar Gipuzkoa - Las ideas nacieron con el programa Erasmus
Un Erasmus puede ser algo más que muchas borracheras, conocer gente, aprender idiomas y, por supuesto, descubrir y enriquecerse con un sistema educativo diferente. Como cualquier viaje en la vida, con billete de ida y vuelta, el regreso además se puede convertir en acceso a diversas oportunidades. Más, cuando el que ha estado un año, por ejemplo, en Londres, trae bajo el brazo un proyecto con el que compartir su aprendizaje y experiencias vividas. La Fundación Altuna, Kutxa y la Diputación de Gipuzkoa premiaron ayer a cuatro jóvenes del territorio que han desarrollado otras tantas ideas con el objetivo de impulsar el desarrollo de la provincia.
El ingeniero donostiarra Hasier Larrea, uno de los cuatro ganadores de la segunda edición de la convocatoria, a la que este año se han presentado 76 estudiantes, propuso un "ecosistema del talento". Formado en Tecnum, California, China y Boston, ha ideado la creación de una red de conocimiento para aprovechar el potencial de Gipuzkoa. "La manera de afrontar los retos, problemas que surjan en la sociedad hoy en día es con gente con talento", explicó. Larrea aclaró que la primera idea que hay que abandonar es la de "retener el talento, tiene que fluir".
El ingeniero Hasier Larrea propone un "ecosistema del talento"
Nagore Goñi, arquitecta, plantea una "segunda vida" para los objetos
El ingeniero ha diseñado un proyecto que incluye la creación de una especie de red social con la que conectar, por ejemplo, a "postgrados vascos en Harvard con empresas de aquí. Es sorprendente que no sepamos qué estamos haciendo fuera o quién lo está haciendo".
Ainara Irastorza, por su parte, se ha traído de Copenhague un programa para aprovechar los conocimientos, experiencias y potencial de las personas mayores. También formada en el campo de la ingeniería por Tecnum propone una "jubilación activa". Su proyecto plantea la posibilidad de que "las personas mayores cuiden exámenes en la Universidad o participen en actividades infantiles".
En Finlandia, Maider Urrutia, licenciada en Empresariales por Mondragon Unibertsitatea, ha aprendido el concepto "emprendizaje social", que no es otra cosa que dejar de lado el objetivo puramente económico y pensar "realmente que necesita la sociedad". El proyecto se completa con la implantación de viveros de pequeñas empresas con el objetivo de sacar adelante proyectos comunes.
Por último, Nagore Goñi, estudiante de Arquitectura de la UPV aprendió en Berlín todas las acepciones de la palabra "segunda vida". "Es una ciudad, que después de la caída del Muro, se ha construido a través de las ruinas", aclaró. De ahí, la idea, por ejemplo, de que el servicio de basuras no recoja muebles -"en Berlín tienes que pagar por ello"-, y crear una red de intercambio. "Yo a lo mejor tengo un sofá que no quiero, otra persona puede estar interesada y ofrecerme algo que no utilice".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.