Un museo recuerda la actividad minera en La Carolina

La minería ha formado parte de la historia contemporánea de La Carolina y la comarca norte de la provincia de Jaén. Ahora es posible hacer un recorrido por todos esos vestigios en el Museo de la Minería abierto en La Carolina para rememorar el esplendor que la cultura minera tuvo en siglos pasados. El también llamado Centro de Interpretación de la Historia de la Minería en las Nuevas Poblaciones persigue, como dice su director, José Antonio Vacas, "contar la historia de las personas que han habitado esta zona de Sierra Morena de una manera global, esto es, en relación con el entorno". De ahí la presencia de paneles descriptivos de flora y fauna, junto a fósiles y minerales, maquetas, esculturas, cerámicas, cuadros y libros.

El museo se estructura en tres áreas: prehistoria, nuevas poblaciones y minería. La importancia de la extracción de minerales en el desarrollo social y económico de La Carolina explica que una parte considerable del edificio albergue piezas relativas a las minas. Tanto es así que incluso cuenta con una galería a tamaño real realizada por mineros.

Sucesivas civilizaciones

El alcalde de La Carolina, Francisco Gallarín, ha asegurado que el museo es un magnífico espacio con un gran contenido, en alusión a las piezas de valor que alberga, especialmente las arqueológicas. También ha resaltado como aspecto importante que el centro desgrana la historia de La Carolina al reflejar la presencia de las sucesivas civilizaciones, de la batalla de las Navas de Tolosa, de la actividad minera y de la fundación de la ciudad. El museo, para el que la Junta ha aportado 1,1 millones de euros, se encuentra junto al Palacio del Intendente Olavide y la iglesia de la Inmaculada Concepción.

El auge de la actividad minera en La Carolina tuvo lugar principalmente durante el reinado de Isabel II, lo que se visibilizó con la llegada de capital extranjero y grandes compañías. En época contemporánea, el auge de la minería en la comarca norte de Jaén trajo consigo la introducción de mejoras tecnológicas, pero el comienzo del siglo XX marca el progresivo decaimiento de las actividades mineras como consecuencia del agotamiento de sus filones. No obstante, el distrito de La Carolina mantuvo su pujanza y fue una de las más importantes zonas de producción de plomo en España, llegando a suministrar los dos tercios del total de la producción.