Carboneras plantea una cumbre sobre el hotel Algarrobico

El alcalde de Carboneras (Almería) quiere hacer suyo lo de año nuevo, vida nueva y ha convocado a las partes afectadas por la construcción del hotel situado en la playa de El Algarrobico, en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, a una reunión que espera cerrar para la primera quincena de enero.

La pretensión del primer edil, el independiente Salvador Hernández (Gicar), es que todos (constructora, Ayuntamiento, Medio Ambiente, ecologistas y Junta Rectora del Parque Natural) "intercambien sus visiones y opiniones" sobre el hotel, promovido por la mercantil Azata del sol, con licencia municipal y aprobación del proyecto por parte de la Consejería de Medio Ambiente, pero al que los colectivos conservacionistas consideran una de las mayores aberraciones medioambientales de la última década.

No solo lo opinan, sino que han planteado decenas de denuncias desde la paralización de las obras en 2006, tres años después de su inicio, y después de que un juez considerara nula la licencia de obra en 2008. Esta es aún la principal cuestión a resolver, puesto que la empresa promotora recurrió al Tribunal Superior de Justicia la sentencia y sobre la que, a su vez, cabe recurso al Tribunal Supremo.

El regidor carbonero, al frente del Ayuntamiento desde el pasado mayo, es consciente de la complicación de la cita y, sobre todo, del provecho que se pueda obtener al estar claramente definidas las posturas de las partes convocadas. La licencia fue concedida por el anterior equipo de gobierno, liderado por el socialista Cristóbal Fernández. "Puede o no dar resultados", dice el alcalde respecto al encuentro, pero cree conveniente "acercar posturas" para evitar que permanezca por mucho más tiempo "el hotel fantasma instalado en la costa" mientras se produce una sentencia firme que conserve o derribe el bloque de hormigón de 20 plantas a menos de 100 metros de la orilla.