_
_
_
_
Análisis:Economía global
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

2012 y los mercados

A dos semanas de cerrar uno de los años más complicados de las últimas décadas en términos financieros, el próximo ejercicio se abrirá con grandes incógnitas, no solo vinculadas a la evolución del ciclo económico, sino a la estabilidad del sector financiero en su acepción más amplia.

Es cierto que las decisiones en materia de liquidez adoptadas hace apenas diez días por el BCE, y el principio de acuerdo sugerido en las conclusiones de la Cumbre Europea, deberían ayudar a estabilizar la situación de los mercados. Sin embargo, la hoja de ruta planteada no estará exenta de enormes dificultades en su aplicación, por lo que no cabe pensar que 2012 vaya a ser un año exento de "sustos institucionales", con las implicaciones que ello tendrá en términos de primas de riesgo y, en definitiva, en la asignación de activos por parte de los inversores.

Las divergencias entre la UE y EE UU equilibrarán el tipo de cambio en el entorno de 1,20 dólares

De las medidas adoptadas por parte del BCE resulta especialmente relevante la ampliación a tres años de las facilidades ilimitadas de financiación, en un contexto en el que el sector financiero europeo tiene que hacer frente a 800.000 millones de euros de vencimientos, y el sector público, a dos billones de euros. La combinación de ambas cifras resulta relevante porque un gran porcentaje de la deuda pública la terminarán comprando las propias entidades financieras, por lo que dotar a estas de capacidad de financiación resultaba fundamental para suavizar las tensiones en los merados de deuda pública.

Pero aunque la normalización de la liquidez en el sector bancario sea una condición necesaria, no es suficiente para conseguir el objetivo pretendido. Básicamente porque el valor de los activos bancarios, y, por tanto, su situación en términos de solvencia y capacidad para conceder nuevo crédito, está absolutamente condicionada por la reactivación del ciclo.

No menos sensible a la evolución del ciclo será el comportamiento de los mercados bursátiles, tanto por su impacto en las primas de riesgo como por la evolución de los beneficios estimados, que aún se sitúan en torno al 10%, lo que a todas luces resulta excesivo a tenor del actual panorama cíclico recesivo.

Como consecuencia de todo ello, y de las divergencias existentes entre EE UU y el área euro, el tipo de cambio tenderá a aproximarse a cotizaciones más cercanas a su equilibrio, lo que supone situarse en el entorno de 1,20 dólares por euro. Si hasta la fecha no ha sido así, no cabe duda de que entre los factores explicativos ha tenido una especial relevancia la diferente evolución de la masa monetaria en ambas economías. La convergencia de tipos y la previsible divergencia cíclica anticipan una corrección más significativa a lo largo del próximo ejercicio.

En definitiva, 2012 requerirá políticas más ambiciosas no solo para garantizar la estabilidad financiera del sistema, sino para dibujar las líneas básicas de crecimiento para la próxima década. En caso contrario, la liquidez no terminará por trasladarse al sistema, con todo lo que ello supone para las cotizaciones de los principales activos financieros y, sobre todo, para la regeneración del tejido productivo.

Alfonso García-Mora y Daniel Suárez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Afi).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_