Generación perdida
¿Cómo puede ser que una generación entera, la mía, y las que aún quedan por venir, vivan frustradas desde el primer momento en que tienen que empezar a "vivir"? ¿Qué clase de vida se nos tiene reservada a todos aquellos que llegados los 24 años, y terminados nuestros estudios, nos estrellamos con la realidad de la indiferencia del mercado laboral? ¿Qué parejas, familias, hogares pretenden que creemos si no nos es posible pensar en ningún tipo de futuro o estabilidad? Me es inconcebible creer que no hay empresas que necesiten del potencial humano que cada día sale perfectamente formado de la universidad. En cada oferta laboral que se publica se nos pide una "experiencia en el puesto" que ronda los dos-tres años, y sin embargo no es posible acceder a ningún tipo de beca o práctica si no se puede firmar un convenio con la universidad, para así poder pagar menos de 300 euros al mes. ¡Señores! Hemos estudiado duro, no solo nuestra carrera, sino idiomas, herramientas informáticas, cursos de comunicación, publicidad, diseño y mil cosas más. Queremos trabajar, queremos salir de nuestros hogares, decirles adiós a papá y mamá, sentirnos realizados, cotizar en la Seguridad Social, cabrearnos con nuestros jefes, odiar los lunes, y ni siquiera pedimos un sueldo de verdad. Nos conformamos con prácticas remuneradas, medias jornadas y cualquier oportunidad de desarrollar todo lo adquirido, para algún día poder alcanzar la meta que a los 18 nos establecimos antes de empezar. Los empresarios pueden echar la culpa a los políticos, y los políticos a la coyuntura mundial, pero la realidad es que con 24 años estamos en casa, con los brazos cruzados, portátiles en mano, buscando desesperados ofertas en portales de empleo, mandando currículos a direcciones de e-mail que nunca responden y viendo pasar nuestros días de motivación, iniciativa y esfuerzo camino de la basura. Nosotros apostamos por nuestro futuro cuando decidimos empezar a estudiar, pero si nadie apuesta por nosotros, en España nunca se va a prosperar. Jóvenes universitarios en trabajos mileuristas que no requieren ningún tipo de formación, o emigrando al extranjero a mejorar otros países a costa de la buena educación que recibimos aquí. Ustedes que suelen leer el periódico cada mañana, informarse de cómo va el mundo, son los únicos que pueden hacer algo al respecto. Ustedes ya están avisados, y ahora mismo todos estamos perdiendo.
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