Euskadi y La Rioja negocian un texto con contraprestaciones para el acuerdo
La falta de un consenso mínimo entre los consejeros aplazó la reunión de ayer
Los haces de luz que se arrojaron el viernes por la tarde sobre el conflicto sanitario entre Euskadi y La Rioja se convirtieron ayer en tenues avances y más de lo mismo: intercambio de documentación y, ahora, discreción. Si el viernes el Departamento vasco de Sanidad anunciaba una reunión -prevista para la jornada de ayer- en la que ambos consejeros firmarían un preacuerdo, que garantizaría la atención de los pacientes de la Rioja Alavesa en Logroño, para sentarse a negociar, ayer los consejeros no lograron el consenso necesario para alcanzarlo.
Aunque los pacientes de la Rioja Alavesa han empezado esta semana como terminaron la anterior, acudiendo a Vitoria a las consultas con los especialistas, el consejero vasco de Sanidad, Rafael Bengoa, dijo ayer en los micrófonos de Cadena Ser que habrá avances esta misma semana. Después comenzará el trabajo para cerrar en el plazo de tres meses los "microdetalles" de la relación sanitaria entre ambas comunidades. Todo para evitar que este viernes se cumplan tres meses desde que La Rioja decidiera dejar de atender a pacientes vascos.
Los pacientes de la Rioja Alavesa siguen sin ser atendidos en Logroño
Sanidad no ha contactado con Álava para iniciar el transporte gratuito
La esperanza radica ahora en que -después de un doble intercambio de documentos el domingo y ayer-, se da una situación nueva: los equipos de ambas comunidades trabajan sobre un mismo borrador, en vez de basar los contactos en el cruce de textos completamente opuestos, como ocurrió durante la fracasada primera negociación.
El documento compartido sobre el que trabajan ahora, a pesar de ser un preacuerdo, no solo recoge la atención sanitaria de la Rioja Alavesa por parte de Logroño mientras se negocia el acuerdo definitivo, sino que también incluye, entre otros, compensaciones sanitarias que comprometerían a ambos gobiernos de cara a la negociación del acuerdo final. Las compensaciones son precisamente la piedra angular de los desencuentros que han encadenado ambas administraciones.
A pesar del acercamiento que parece haberse forjado en las últimas horas, ayer no se vivió la reunión de rúbrica de un preacuerdo prometida entre ambos consejeros de Sanidad. En este sentido, el consejero riojano, José Ignacio Nieto, fue claro: hasta que no haya un documento firmado, los pacientes de la Rioja Alavesa no volverán a las consultas de especialistas del Hospital San Pedro de Logroño.
Tampoco parece haber servido el requerimiento del Ministerio de Sanidad a volver a la situación de partida, un paso cuya efectividad ha sido puesta en tela de juicio por el propio Bengoa este mismo fin de semana. La existencia de este contundente documento contra La Rioja se conoció al mismo tiempo que el consejero vasco, impulsado por el PP, tomaba la iniciativa de llamar a su homólogo para reunirse, después de las gestiones en el flanco riojano de los populares, entre ellos el ministrable Santiago Cervera. El resultado: horas después, el presidente riojano, Pedro Sanz, menospreciaba el requerimiento ministerial y azuzaba los recelos de los vascos sobre las intenciones en la reunión del lunes que finalmente se desconvocó.
Mientras tanto, nada se sabe de la propuesta del lehendakari para paliar el problema, una solución temporal de la que nada se sabía hasta el viernes. Fue entonces cuando Patxi López anunció que había ordenado a Bengoa iniciar contactos "de forma inmediata" con la Diputación de Álava para que Osakidetza asumiese el coste de un el transporte gratuito de los pacientes de la Rioja Alavesa a Vitoria, ya que a la lejanía de esta cuadrilla de la capital se suman las nefastas conexiones de transporte público. Ayer fuentes del ente foral preguntadas por este periódico negaron haber recibido la llamada desde Sanidad para poner en marcha este servicio cuanto antes.
"Analizamos qué servicios podemos ampliar a los riojanos" "Habrá un empate de comunidades"
"Estamos en tiempo de prórroga, pero habrá un empate". El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, quiso suavizar en la Cadena Ser el tono hacia los vecinos riojanos con los que se encuentra en plena negociación, después de que el final de la pasada semana se convirtiera en una auténtica escalada de presión retransmitida públicamente hacia La Rioja. Bengoa quiso apuntar a que, en el conflicto sanitario no habrá vencedores. La Rioja "tiene una muy buena voluntad", añadió en la línea de rebajar el tono, para desbloquear el problema. La solución del problema pasa por "despolitizar lo máximo posible" un conflicto que nació y creció en plena precampaña para las elecciones generales, con la consiguiente dosis de "política preelectoral" que se coló en su intento de resolución.
Eso sí, el consejero señaló que su mensaje de "problema nacional" caló en el PP y valoró que fue entonces cuando "se empezaron a dar las condiciones" para lograr un acuerdo porque "se dieron cuenta en el ámbito nacional de que se rompía" el equilibrio en el sistema sanitario nacional. A pesar de ensalzar esta idea, Bengoa rechazó que se trate de un "problema de la descentralización", en referencia a las competencias sanitarias, transferidas a las comunidades, sino una cuestión "puntual" entre dos regiones que con sus transacciones podrían tener un "efecto dominó" en el resto del país.
Euskadi necesita que La Rioja atienda a los enfermos de la Rioja Alavesa, pero La Rioja también requiere de los servicios sanitarios vascos. "No tienen el suficiente volumen para ser buenos en todo, por lo tanto nos necesitan a los vecinos", insistió. Por ello, la cuestión más valiosa y, por tanto, el problema en la negociación sigue estando en las compensaciones que se darán a los riojanos. "Estamos viendo cuáles de esos servicios de alta complejidad podemos ampliar a los riojanos y a cuántos podemos atender", relató.
Bengoa recibió ayer nuevas críticas de la jeltzale, Nerea Antia, que exigió "claridad" durante la negociación y acusó al Gobierno vasco de actuar "tarde y mal". Por su parte, el grupo municipal de Bildu en Oyón pidió al Ejecutivo que "potencie" el Hospital de Leza, ahora reservado a crónicos, para dar una solución "definitiva" al problema.
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