Bilbao exporta pintura
'El mar en el arte, el arte en el mar' traslada a Biarritz una selección de obras del Bellas Artes - La exposición cuenta con 45 artistas
Un misterioso barco azul que navega solitario en unas aguas turbulentas anuncia la llegada a Biarritz de una exposición de pintura que muestra las caras del mar y sus gentes. El barco azul (1985-1986), de Mari Puri Herrero (Bilbao, 1942), es una de las 90 obras de los fondos del Museo de Bellas Artes de Bilbao que componen la muestra El mar en el arte, el arte del mar, que ayer fue inaugurada por la consejera de Cultura, Blanca Urgell, en el Casino Municipal de Biarritz.
La exposición fue fruto de la colaboración entre el Bellas Artes y el Museo Marítimo Ría de Bilbao, donde fue presentada el pasado mes de enero. Por vez primera se ha trasladado a otro país una muestra íntegramente formada por obras seleccionadas entre las 7.000 piezas de las colecciones de la pinacoteca bilbaína. El comisario de la exposición, José Luis Merino, jefe del departamento de Conservación y Restauración del Museo de Bellas Artes, ha elegido la mayor parte de las obras del fondo oculto, que habitualmente no está expuesto al público.
La muestra se presentó el pasado enero en el Museo Marítimo
El recorrido cronológico arranca a finales del XIX y pasa por todo el XX
La pintura constituye la parte fundamental de la muestra, en la que también aparecen dibujos, grabados y fotografías, que cronológicamente permiten recorrer desde el último tramo del siglo XIX a final del XX. El mar es el hilo conductor de la exposición que refleja la vida en la costa y los retratos de pescadores, junto a obra la forma en la que los artistas han llevado a sus obras el miedo que despierta y hasta como es visto en los sueños. Es el contacto con el mar de 45 creadores, entre ellos Aurelio Arteta, Agustín Ibarrola, Pablo Picasso y Manolo Valdés.
El recorrido se abre con una selección de marinas y de las gentes que vivían en contacto con el mar. En el comienzo de la exposición se ven personajes como los retratados por Joaquim Sunyer (Sitges, 1874-1956) en Pescadora, y por Aurelio Arteta en Sardinera sentada. Los paisajes del Cantábrico entran en la exposición con la pintura Acantilado, una escena del mar embravecido pintado por Jaime Morera (Lleida, 1854-Madrid, 1927), en Algorta, y los bodegones con La playa de Abasotas, un cuadro de José María de Ucelay (Bermeo, 1903 - Busturia, 1979) en el que se ven unas langostas en primer plano.
Los artistas también han encontrado en la cercanía del mar escenas del tiempo libre, como Merendero, de Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973), una escena de la playa de la Barceloneta, en Barcelona. La cara más terrible del mar se ve, en cambio, en Naufragio, una pintura de Oswald Oberhuber (Meran, 1931).
El bloque que cierra la exposición está dedicado a la fotografía, con una serie de Cirilo Martínez Novillo (Madrid, 1921-2008), realizada en 1968 en el entorno de la Ría de Bilbao, y un paisaje solitario de la playa de la La Concha, de Alberto Schommer (Vitoria, 1928).
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