Los misterios de Raúl Ruiz
Se murió Raúl Ruiz y se murió justo cuando su carrera parecía, una vez más, relanzada. Ese buen sabor de boca lo dejó Misterios de Lisboa, que logró la Concha de Plata a la mejor dirección en el certamen de San Sebastián de 2010. Ruiz, chileno adoptado por Francia, que se forjó una carrera vanguardista antes de convertirse en Europa en cineasta auteur deseado por los grandes actores, dejó vagar su estilo por este drama histórico devenido en culebrón de 266 minutos. La dimensión de su metraje ha sido solventada por la Filmoteca Nacional (Santa Isabel, 3) el miércoles 7 con un descanso de 15 minutos en la proyección de las 19.15. Merece la pena el esfuerzo: la recompensa de un filme excepcional quedará en
la memoria del espectador.
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