Cineuropa cierra su edición más exitosa

La vigésimoquinta edición del festival Cineuropa cerró ayer sus puertas con las dudas sobre su continuidad despejadas gracias al gran apoyo del público, que ha llenado como nunca las salas de proyección. Aunque todavía no hay cifras definitivas del número total de espectadores, el director del festival, José Luis Losa, ya ha adelantado que esta es la edición de toda la historia en la que más veces se ha colocado el cartel de no hay entradas. En su opinión, a ello han contribuido decisivamente el empujón anímico que el público ha decidido dar al festival por la celebración del 25º aniversario y la calidad de las películas seleccionadas, con presencia de los grandes directores del cine europeo actual.

'The Artist', del francés Hazanavicius, se hará con el premio del público

El apoyo del alcalde Conde Roa da confianza al director del certamen

La película ganadora del premio Cineuropa por votación del público será con casi total segruidad la francesa The artist, del director Michael Hazanavicius, y que se perfila también como la representante del cine francés en la próxima edición de los Oscar. La obra narra la caída en desgracia de un actor en el difícil tránsito del cine mudo al sonoro, La segunda posición será para la nueva película de otro director francés, Robert Guédiguian, Las nieves del Kilimanjaro. Ya fuera de la sección oficial la cinta con una votación más alta es la franco-libanesa Et maintenant on va oú, de la directora Nadine Labaki.

El festival terminó esta madrugada con el tradicional maratón, que esta vez se dedica a directores que destacan por películas con argumentos poco convencionales, definidas en la comunicación del festival como "extremas", del japonés Shion Sono, del británico Joe Cornish -"el mejor filme fantástico del año, Attack the block, sobre invasiones alienígenas en un suburbio de Londres"- o del francés Bruno Dumont con sus nihilistas Hors Satan y L'Humanité. Las 16 horas que duró la sesión, y que abrió el cortometraje Carabás -del gallego Francisco Calvelo-, se englobaba con el título genérico Terapias de shock: os reis do freak. La tradicional película sorpresa que cierra el maratón respondía a la descripción, ofrecida por el gabinete de prensa, de "filme de culto del género del terror, más sugerido que visual, una película de rituales y de adoraciones no santas, de un cineasta vivo".

José Luis Losa considera que el apoyo manifestado por el nuevo concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santiago, Angel Currás, y por el propio alcalde de la ciudad, Gerardo Conde Roa (PP), garantiza la continuidad en los próximos años de un certamen que, por su persistencia y escasas ansias de imitar el formato de gran festival, se ha convertido en el principal evento cinematográfico gallego del año. El director de Cineuropa apunta que el reto para próximas ediciones será el de que el festival logre traspasar las fronteras de Galicia y sea más conocido en el exterior. A pesar de las limitaciones presupuestarias, este año se ha conseguido traer a dos figuras de repercusión mediática, como la actriz Aitana Sánchez Gijón y el cantante y compositor Jorge Drexler. Ambos recibieron el premio Cineuropa. El año pasado fue la actriz Pilar López de Ayala la galardonada.

En cuanto al modelo de festival para las próximas ediciones, Losa considera que la actual fórmula de traer películas que triunfan en los grandes festivales europeos y que todavía no se han estrenado comercialmente en España puede seguir funcionando en los años venideros. Además, en Santiago la oferta exhibidora obvia en las carteleras casi todo lo que no entre por la distribución multinacional, por lo que el espacio de Cineuropa resulta cada vez más amplio. Otro de los retos pendientes es la modernización tecnológica que (por desgracia para muchos cinéfilos partidarios de las proyecciones en celuloide) traerá la digitalización completa del festival. Ya en esta edición ha sido complicado conseguir copias en 35 milímetros de algunas películas y cada vez será más complicado hacerlo, por lo que se impone la adopción del formato digital.

Pero aunque cambie el formato, el responsable de Cineuropa tiene claro que debe continuar el compromiso con la calidad de las películas seleccionadas, que han convertido al festival compostelano en una cita inexcusable para aquellos que quieren ver en primicia -gallega- los mejores filmes del año. El reducido presupuesto del festival (240.000 euros) frente a las cifras que se manejan en otros eventos que se celebran a lo largo de la geografía española -y que cuentan con sección competitiva para películas no estrenadas- es un factor más que juega a favor de la continuidad de Cineuropa.