Francia planea imponer el alcoholímetro en los coches

Francia quiere imponer a partir de la primavera que viene la instalación de alcoholímetros en los coches, según anunció el miércoles por la noche el presidente, Nicolas Sarkozy. La iniciativa forma parte de una serie de medidas, como el aumento del número de radares fijos y la generalización de los móviles, para disminuir el número de muertos en accidentes de tráfico, de los que el 31% se deben a la ingesta de alcohol. Desde ese momento, quienes no dispongan del aparato en su coche se enfrentarán a una multa de 11 euros, según especificó el delegado interministerial para la seguridad vial, Jean-Luc Névache. Pero el plan requiere todavía el apoyo de la UE.

La medida, que no impide a una persona ebria tomar el volante, "permitirá a los conductores que tienen dudas sobre su tasa de alcoholemia verificar su capacidad de conducir", se felicitó ayer el presidente de la Asociación Prevention Routière, Bernard Pottier.

Según fuentes ministeriales consultadas por France Presse, el ministro del Interior, Claude Guéant, se habría remitido a Bruselas para plantear la instalación de sistemas de alcoholímetros que impidan arrancar el coche en caso de dar positivo. La medida cuenta con el respaldo casi completo de la población. Según una encuesta de hace un mes del Instituto Harris, el 91% de los franceses lo verían con buenos ojos

Sarkozy anunció la imposición de los alcoholímetros durante una ceremonia de entrega de premios a las autoridades locales que destacan por su lucha contra los accidentes de tráfico, en la que también avanzó la instalación de 400 radares adicionales -hay ahora 2.080 en todo el país- antes de finales del año que viene, que "no estarán señalados por paneles y no podrán ser señalados por los sistemas de advertencia entre automovilistas".

Discotecas

La lucha contra la siniestralidad también se realizará desde los locales de ocio. Desde ayer, las discotecas y bares con ambientes musicales abiertos hasta la madrugada -en total unos 5.500 establecimientos- tienen también la obligación de tener a disposición de sus clientes algún tipo de "dispositivo químico o eléctrico certificado que permita la detección de impregnación alcohólica". Los establecimientos deben garantizar que haya suficientes alcoholímetros como para que nadie tenga que esperar más de 15 minutos, y que estén visibles y cerca de las salidas.