La izquierda francesa pide a Sarkozy que desafíe a Merkel
Nicolas Sarkozy expondrá hoy, desde la mediterránea bahía de Toulon, las ideas del capitán en la tormenta para salvar a Francia y al euro. Angela Merkel explicará las suyas el viernes. Mientras el barco se inclina cada vez más y la OCDE, las empresas y los bancos hacen cuentas para un futuro sin moneda única, prosigue la sorda batalla entre París y Berlín.
Los dos líderes máximos conducen "personalmente" las negociaciones, confirma un portavoz de Exteriores francés. Pero Alemania no parece tener mucha prisa ni estar dispuesta a ceder nada. Y la pelota rueda cada vez más veloz por el tejado de París. Merkel dispone de más de un año de mandato por delante, y los inversores ya compran deuda alemana perdiendo dinero; a Sarkozy cada vez le queda menos tiempo, capacidad de maniobra y triple A, y las presidenciales son en mayo.
Explotando las supuestas concesiones que el presidente hace a "sus amigos alemanes", la izquierda francesa ha convertido la crisis europea en el gran tema de la precampaña electoral. Ayer, el máximo favorito para ganar las presidenciales, el socialista François Hollande, viajó a Bruselas para entrevistarse con los líderes de las instituciones y buscar alianzas. En París, su experto en economía Jerome Cahuzac atacó duro a Sarkozy, al que acusó de "venderse a los bancos" y "regalar la soberanía a los mercados y a las agencias de calificación". "Si se trata de ceder soberanía a un cuerpo supranacional o a un Gobierno europeo, no le seguiremos por ese camino", advirtió.
La destrucción del euro
Arnaud Montebourg, estrella emergente de las primarias y línea dura del PS, afirmó sin ambages que Merkel "está destruyendo el euro", y pidió al presidente que plante cara a la canciller: "Ha llegado el momento de enfrentarse a Alemania y de defender nuestros valores". El problema político para Sarkozy es que el asunto de la soberanía es muy sensible también en la rama gaullista de su propio partido, y más allá el Frente Nacional de Marine Le Pen lidera a los partidarios de abandonar el euro, que según indican los sondeos no son un grupo pequeño: cerca del 18% de los ciudadanos.
En 2005, los franceses tumbaron en referéndum la constitución europea. Ahora, otras encuestas revelan que el 45% de los franceses reconoce que hace falta más control presupuestario de Bruselas. Hoy, en Toulon, el campeón del "capitalismo moral" intentará convencer al otro 55%.
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