El clásico es de Ramos

El Madrid se preparaba para viajar a Cornellà, a finales de septiembre, cuando Carvalho se instaló en la enfermería de Valdebebas. Este hecho circunstancial podría convertirse en permanente, al menos para lo que resta de curso. Carvalho siempre dijo a sus compañeros que su lumbalgia era una dolencia menor, como casi todas, y que cuando llegasen los partidos importantes estaría listo para ordenar la zaga otra vez. José Mourinho le aseguró que le reservaría el puesto.

"Si el equipo le necesitase, Carvalho aguantaría el dolor", avisó Mourinho el 21 de octubre, "pero, como no está a gusto, no merece la pena forzar". Pasaron las semanas, los meses. Llegaron los partidos importantes. Se aproxima el clásico, el día 10, contra el Barcelona. Sin embargo, tras haberse entrenado con normalidad, Carvalho vuelve al parte de bajas. El Madrid anunció ayer una nueva mala noticia para él: "Sufre un esguince del ligamento lateral interno de la rodilla derecha".

A la espera de más aclaraciones, Ramos se dispone a ser el central que lleve la voz cantante ante el Barça. Será su primer clásico como central desde que Fabio Capello le emparejó con Helguera en 2007 para reemplazar a Cannavaro (3-3, en el Camp Nou). Esta vez llevará los galones.

El hecho de que el Madrid haya jugado mejor desde que Ramos ocupa ese puesto por la izquierda no ha estimulado las esperanzas de Carvalho. El portugués, que la temporada pasada fue el primer hombre de la retaguardia, el encargado de mover la línea, ha asistido desde la sala de fisioterapia a un cambio de orden en toda regla. En los últimos dos meses, los españoles se han hecho con un liderazgo que no tenían y Mourinho les ha reconocido los méritos. El más destacado en las últimas semanas ha sido Ramos, cuya función ha permitido al equipo presionar con más eficiencia y atacar con mejor salida del balón. El futuro parece reservado al sevillano de Camas.

Carvalho acabará el curso con 34 años. El club, según Mourinho, le renovó automáticamente su contrato hasta julio de 2013. A este paso, quizá viva su última temporada blanca como suplente.