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La cara pop de CatPeople conquista nuevos adeptos

La evolución de los grupos de música pop viene a menudo marcada por los avatares vitales de sus miembros. Hace cinco años CatPeople se presentaba en la sala Capitol de Santiago como un grupo que recordaba a la oscuridad de aquellos Joy Division que acabaron convirtiéndose en inmortales tras la prematura muerte de su cantante, Ian Curtis. En la noche del sábado, la banda gallega volvió al mismo escenario con una propuesta menos sombría y un puñado de canciones de puro pop, que hablan sobre el socorrido tema del amor.

Sin duda, un lustro es mucho tiempo para los jóvenes de CatPeople, que han crecido y tal vez aprendido que no conducía a nada tomarse a sí mismos tan en serio. Ahora parecen sentirse más cómodos con su enfoque musical y a lo largo del concierto dejaron claro que no les importa, incluso les satisface, poder cambiar de una canción a otra y reinventar sonidos de sus grupos preferidos. El resultado gustará a unos y decepcionará a otros, pero las más de 300 personas que asistieron al concierto dieron su aprobación al cambio de rumbo. De todas formas, CatPeople conserva señas de identidad y sus canciones siguen siendo reconocibles. Incluso presentaron una nueva versión de un tema antiguo, Goodbye angel.

Músicos de refuerzo

Lo que sigue inalterable es el sonido limpio de una banda que en directo se presenta con dos músicos de refuerzo y suena con más potencia que en disco. Quizás con el nuevo estilo la voz de Adrián Pérez tiene menos oportunidades para el lucimiento, aunque él pone lo máximo para que no sea así. Los temas más guitarreros fueron los mejores momentos de un concierto que incluso permitió el baile, algo mucho más complicado en la anterior etapa del grupo.

Love Battle es el título de su tercer disco y fue la base del concierto ofrecido en Santiago. Los componentes de CatPeople son de origen gallego aunque residen en Barcelona desde hace años y últimamente no se prodigan demasiado por estas tierras. De todas formas, durante la actuación aclararon que se sentían en casa. Su nuevo estilo demuestra que no tienen miedo a innovar y que saben que un grupo que se limita a clonar canciones de un disco a otro está muerto. Bienvenido el cambio si les permite seguir considerados como una de las bandas más interesantes del indie español.

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