La sombra de Ripoll sobre la Cámara
Desarmado el sector crítico dentro del PP valenciano que durante años ha representado José Joaquín Ripoll, su poder se ha diluido, máxime tras la dimisión de este de la presidencia provincial del partido. Su reducto se limita ahora a la Autoridad Portuaria de Alicante (APA), que preside y a la que accedió a cambio de su dimisión, y la influencia que aún pueda mantener en la Cámara de Comercio de Alicante, donde un relevante sector ha ligado tradicionalmente su trayectoria profesional a Ripoll.
El cabeza visible de esta institución es José Enrique Garrigós, próximo a Ripoll. De hecho, en la entrada de Garrigós al ahora destituido consejo de administración de Caja Mediterráneo (CAM) en 2010 influyó decisivamente la presión del entonces omnipresente líder popular. En esta institución también se refugió como director general Carlos Mazón, exdiputado provincial y hombre de confianza de Ripoll. Mazón está imputado en otra de las piezas del caso Brugal que investiga el desvío de fondos por contratos de la Diputación de Alicante para supuestamente financiar la Fundación Hércules.
Otro miembro del comité ejecutivo afín al ripollismo es el concejal del Ayuntamiento de Alicante Juan Zaragoza, represaliado ahora por la alcaldesa de la ciudad, Sonia Castedo. Y en el mismo órgano de dirección también está el hijo de Armando Sala, exconsejero de la CAM y conocido empresario afín a Ripoll.
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