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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Manuel de la Concha, síndico de la Bolsa de Madrid y banquero

El 'caso Ibercorp', que también implicó a Mariano Rubio, marcó su vida

Miguel Ángel Noceda

El caso Ibercorp marcó su vida y su muerte, ocurrida la noche del miércoles en Madrid a los 77 años de edad. Economista y corredor de comercio, Manuel de la Concha (Madrid, 1934) fue síndico de la Bolsa de Madrid entre 1981 y 1987. En este año la reconversión del mercado de valores le obligó a cambiar de aires y fundó lo que se convertiría después en el banco de Inversiones Ibercorp. En esta entidad se dedicó a gestionar las carteras de inversores españoles y extranjeros con posibles, entre ellos la de su íntimo amigo desde los tiempos de la facultad Mariano Rubio, a la sazón gobernador del Banco de España.

Aunque fue condenado dos veces, apenas estuvo un mes en prisión. No obstante, desde entonces quedó estigmatizado por ello. El trauma le sirvió para seleccionar a los amigos, con los que mantenía largas tertulias, dar rienda suelta al buen yantar, jugar al mus con parejas elegidas y acudir al Bernabéu a ver las evoluciones de su Real Madrid, del que fue directivo en tiempos de la presidencia de Ramón Mendoza. En los últimos años, cuando el cáncer de pulmón ejercía sin piedad, se refugió en la fotografía.

El escándalo que le arrastró borró la modernización que impulsó en la Bolsa

El episodio de Ibercorp y el posterior caso Rubio -estaban relacionados, pero fueron por separado- supusieron tal escándalo que posiblemente borraron los avances modernizadores que hizo de la Bolsa antes de que se creara la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "No fue reconocido, como tampoco lo fue la labor realizada por Mariano Rubio en el Banco de España", sostiene un antiguo colaborador de De La Concha. Probablemente actuó amparado en la fiebre de pelotazos que caracterizó aquella etapa de finales de los ochenta y primeros noventa en la que hacían sus pinitos personajes como Javier de la Rosa o Mario Conde y otros cercanos al Gobierno socialista, como Juan Guerra o Luis Roldán.

Cuando abandonó la Bolsa, De la Concha se asoció con otros dos agentes de cambio y bolsa - Juan Monjardín y Enrique de Benito, de los que se separó al poco tiempo para asociarse con Juan Soto, exconsejero del Banco Hispano- y creó una sociedad bursátil que primero fue Invesbank, después Invescorp y finalmente Ibercorp.

Más tarde, por 1.600 millones de pesetas (9,6 millones de euros) adquirieron al Banco Urquijo la firma de muebles de oficina Sistema AF, que, tras la venta de su contenido al grupo francés Straford, sacaron a Bolsa convertida en la corporación Sistemas Financieros (SF).

Fue el comienzo de una prosperidad insaciable. Obtuvieron grandes plusvalías, lo que les permitió comprar la ficha del Banco Trelles al vicepresidente de Banesto, José María López de Letona, miembro como ellos de la llamada beautiful people, en la que también se incluía al ministro de Economía, Carlos Solchaga, a su antecesor Miguel Boyer y al propio Mariano Rubio. Con la ficha de Trelles, Ibercorp se hizo banco.

El caso Ibercorp se destapó en febrero de 1992 al descubrirse listados falsos de vendedores de acciones de SF. De la Concha había omitido nombres, entre ellos el de Rubio. Además, había utilizado un entramado de sociedades fantasma para operaciones de autocartera. Todo derivó en 12 expedientes y posteriores multas de la CNMV y la apertura de un proceso penal. También el Banco de España abrió un expediente por irregularidades en la compra de SF que acabó en la inhabilitación de cinco años. La CNMV y el Ministerio de Economía les impusieron multas de 1.300 millones de pesetas (7,8 millones de euros).

De la Concha tuvo que volver a ejercer de corredor en una plaza de Santander. Pero en mayo de 1994 fue detenido, esta vez junto a Mariano Rubio, acusado de delito fiscal y falsedad. Ingresaron en la cárcel de Carabanchel y luego en la de Alcalá-Meco. Rubio salió a los 15 días tras pagar una fianza de 15 millones de pesetas (90.151 euros), pero De la Concha no, por la gran alarma social.

Días después de un careo con Rubio en el que aparecieron discrepancias sobre una cuenta que este no había declarado a Hacienda, salía bajo fianza de 50 millones de pesetas (300.000 euros). Al poco tiempo, desveló ante una comisión de investigación del caso Rubio del Congreso información sobre conexiones de Rubio en la compra de Sistema AF, negando que el gobernador hubiera facilitado información privilegiada.

En esos días, la Fiscalía pidió 15 años de prisión por las irregularidades de Ibercorp acusándoles de estafa, delito fiscal y falsedad continuada, a los que el juez añadiría los de cohecho, uso de información privilegiada, negociaciones prohibidas a funcionarios y tráfico de influencias. El juicio previsto para febrero de 1999 no se celebró al alcanzar un acuerdo las partes. La pena de De La Concha se redujo de 15 años a uno, por lo que no volvió a prisión.

Aún quedaba el caso Rubio, por falsedad documental, en el que también se implicó a Carlos Pittaluga, primo de Rubio. En marzo de 2000 se abrió el procedimiento; el juez consideraba que había indicios de que había abierto una cuenta con una clave para que Hacienda no pudiera conocerla. El fiscal pidió seis años para De la Concha y Pittaluga y una multa de casi 40.000 euros. La Audiencia de Madrid le condenó a seis años y a una multa de 6.000 euros, así como le suspendió de la profesión de notario por seis años. No pisó la cárcel, pero le marcó para toda su vida.

Manuel de la Concha, en 1994.
Manuel de la Concha, en 1994.CRISTÓBAL MANUEL

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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