¿Quién se acuerda del Senado?
Si nos quedaba alguna duda sobre la inutilidad del Senado español se nos han despejado en las últimas elecciones generales. Casi ningún medio de comunicación dijo nada de los resultados de esta Cámara la noche electoral y tuvimos que esperar hasta el día siguiente para leer en la prensa escrita el reparto de los escaños. A nadie le sorprendió esto, como a nadie le preocupa el devenir de este órgano que, a niveles prácticos, no sirve absolutamente para nada.
Tampoco parece inquietar a nadie los más de 900.000 votos nulos registrados en el recuento, fruto de una papeleta que genera dudas en un número importante de votantes. Los próximos cuatro años seguiremos escuchando la necesidad de reformarlo, hasta que lleguen las próximas elecciones en las que todo seguirá igual que ahora, salvo que Merkel nos vuelva a obligar a cambiar la Constitución.