Ford plantea suspender de empleo a 4.000 operarios durante 39 días

Las sucesivas caídas en la producción y venta de vehículos en toda la Unión Europea y las perspectivas para el próximo año afectan a la factoría de la multinacional Ford en Almussafes. La empresa planteó ayer a los representantes sindicales la necesidad de suspender la producción durante 39 días entre febrero y mediados de octubre para adaptarse a la situación.

La medida afectaría a 4.000 de los 4.300 trabajadores en la cadena de producción de vehículos, quedarían exentos los equipos de mantenimiento y otros puestos que no están directamente vinculados a la fabricación. La planta de motores, que emplea a otros 1.700 trabajadores, tampoco se vería afectada.

La empresa plantea interrumpir la producción durante 11 días en el primer trimestre, nueve en el segundo y 19 en el tercero.

Las expectativas de producción caen de 250.000 vehículos a 150.000 en 2012

El frenazo de Ford arrastra a toda la industria del parque de proveedores

La suspensión temporal de empleo se suma a la interrupción de la cadena de montaje, previamente pactada, entre el 19 de diciembre y el 15 de enero para realizar las obras necesarias para adaptar la factoría a la producción del modelo Kuga.

A lo largo de 2012 serán necesarias nuevas obras en la planta de Almussafes para acometer la fabricación del modelo furgoneta Transit.

UGT, el sindicato mayoritario en la planta de Almussafes, acogió la propuesta como un "bache que hay que pasar". Carlos Faubel, secretario general de UGT en Ford, exigió que se cumplan las mismas condiciones que se pactaron en abril de 2009 cuando la empresa planteó la supresión del turno de noche y un ERE de suspensión para 700 trabajadores. Entonces se acordó que ninguno de los afectados vería mermado su salario mensual por encima del 20% y que todos los trabajadores mantendrían el 100% de las pagas extraordinarias.

Faubel comentó que lo ideal sería encadenar los periodos de suspensión de producción con las vacaciones, aprovechar esos días para acometer las obras necesarias en la planta y recuperar la producción en condiciones normales a partir del 15 de octubre de 2012, cuando está previsto que arranque la fabricación del modelo Kuga. "Si la empresa no garantiza las condiciones pactadas en 2009, no hay nada que hacer", sentenció Faubel.

Miquel Rosaleny, de CC OO, explicó que intentarán reducir en la medida de lo posible "el número de afectados y el perjuicio que supone consumir desempleo". Como primera medida, Rosaleny sugirió que se practiquen "trasvases" de trabajadores desde la cadena de producción para cubrir las posibles necesidades sobrevenidas en la planta de motores.

Paco González, de Intersindical, se mostró menos comprensivo y exigió que la empresa automovilística complemente hasta el 100% la merma salarial que puedan sufrir los trabajadores afectados por la suspensión de empleo. "Ford recibe demasiados fondos públicos como para cargar de nuevo sobre el erario público la caída de producción", comentó González.

Los representantes de Ford no ocultaron que las expectativas de producción para 2012 no son halagüeñas. La fabricación de 250.000 vehículos en Almussafes a lo largo de 2011 podría reducirse a poco más de 150.000 el año venidero. Pero reiteraron que la suspensión temporal de la producción no tiene nada que ver con los planes de inversión a medio y largo plazo en la factoría de Almussafes.

Emilio Orta, presidente de la Asociación Valenciana de Industria de la Automoción, recordó que la suspensión de la producción en la planta de Ford arrastrará a todas las empresas de componentes del automóvil instaladas en el parque industrial Juan Carlos I. Los proveedores directos de Ford emplean a 8.000 trabajadores, según Orta.