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Columna
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Al tiempo

Elvira Lindo

En los días previos a la jornada electoral hervía en las redes sociales el siguiente comentario, "la cosa se va a poner como para irse de España". Hace 15 años, cuando las encuestas auguraban la victoria de Aznar y las opiniones se escuchaban en los bares y no en los foros del ciberespacio, un grupo de artistas aseguraba lo mismo, ante unas cañas, en el parque del Retiro. Que se iban a ir de España, decían. El fin de esa historieta es que no solo no se marcharon, sino que alguno, de nombre bien conocido, se fue dejando arropar más de lo imaginable por el nuevo partido en el poder, hasta convertirse en lo que es hoy, uno de ellos.

El comentario no puede ser más frívolo. No. Nadie se va. Nadie quiere irse de su casa. O casi nadie puede. Por más que el matrimonio gay deje de llamarse matrimonio, que la ley del aborto se contrarreforme o que deje de tenerse en cuenta la cuota femenina en los cargos públicos. Además, dudo mucho que este nuevo presidente, que con tanto empeño lideró la oposición a ciertos asuntos que debieran depender más de la conciencia individual que del escrutinio político, tenga tiempo para dedicarlo a cualquier cosa que no sea la precariedad económica en la que nos encontramos. Los primeros titulares ya han hecho presencia: Europa le exige urgencia en los recortes. Ese será el monotema que nos espera. El que le quitará el sueño a Rajoy y el que minará su popularidad.

Y nosotros no nos iremos. O solo se irán, como ya se están yendo, aquellos que encuentren un trabajo decente fuera. A los que gozamos de una tribuna pública se nos deberá exigir una visión crítica del nuevo Gobierno y prestarle voz a los ciudadanos que no la tienen. Y, como siempre, observaremos cómo los pelotas, que tienen la coherencia de ir siempre con el que gana, se acomodan. Aunque algunos dijeran que estaban listos para el exilio. Al tiempo.

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Sobre la firma

Elvira Lindo
Es escritora y guionista. Trabajó en RNE toda la década de los 80. Ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A corazón abierto'. Su último libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PAÍS y la Cadena SER.

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