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Reportaje:FÚTBOL

Tras la huella de Cesc

La 'Premier' no cesa de importar jóvenes talentos españoles, pero el proceso de formación es complejo y ninguno termina por asentarse desde que lo lograra el jugador del Barça

En bastantes casos no han cumplido la mayoría de edad y se ven abocados a tomar decisiones trascendentes sobre su vida personal y profesional, a valorar si se trasladan a otro país, determinación que supone no solo mudar su estilo de vida y aprender un nuevo idioma sino también, en la mayoría de casos, alejarse de su familia. La lista de jóvenes futbolistas españoles que buscan fortuna en Inglaterra empieza a crecer y comienzan también a diversificarse los caminos: algunos como Antonio Barragán, Sergio Tejera o Mikel San José se han instalado, de vuelta, en la Primera División española aunque sin demasiada continuidad en las alineaciones; otros como Francis Durán buscan redención en Segunda B o hay casos como el de Cristian Márquez, que del Espanyol se fue al Fulham y ahora trata de reconducirse en el filial del Málaga. Los hay que apuran sus últimas opciones de encontrar hueco en la Premier con cesiones a clubes españoles, como Dani Pacheco en el Rayo, destino al que llegó tras pasar por el Norwich, que a su vez este verano pagó al Liverpool 600.000 euros por Dani Ayala, un central que los reds habían curtido en Hully y Derby Country... Pero el flujo hacia las islas no cesa.

Este verano mientras hacía las maletas, Héctor Bellerín, que dejaba el lateral derecho del cadete del Barcelona, atendió a un consejo de su familia: "Si tienes algún momento de bajón piensa que si Cesc lo ha logrado tú también puedes hacerlo". Pero tras la eclosión de Fàbregas ningún joven español más ha logrado completar allí su ciclo formativo hasta asentarse en la nobleza de la Premier. Incluso Gerard Piqué buscó en Barcelona los minutos que no tenía en el Manchester United.

"Al principio todo es complicado y desconocido, pero tengo la suerte de compartirlo con otros chicos en mi situación como Jon Toral o Ignasi Miquel y eso ayuda. La del Barça es la mejor cantera del mundo y es imposible que todos lleguen al primer equipo", explica Bellerín en conversación telefónica desde Londres. Lateral explosivo, con vocación ofensiva, Bellerín siente que sus cualidades se adaptan al perfil que buscan en la Premier. "Buscamos chicos con características para el primer equipo, no los llevamos para llenar equipos de reservas", previene Francis Cajigao, un londoner hijo de gallegos que desde la localidad lucense de Monforte trabaja desde hace 14 años en la nómina de la secretaría técnica del Arsenal. Él fue quien se la jugó por Fàbregas, "un caso especial, en todo", sostiene. "Todos piensan en Cesc, pero se trata de un futbolista irrepetible, de los que sale uno cada 20 años. Algunos chicos van a Inglaterra, ven que con 19 años no están en el primer equipo y ya buscan una salida. Esa prisa no la tienen en España". Es el caso de Denis Suárez, de 17 años, que desde Manchester siente que igual tiene que dar un giro a una carrera que ya viró hace cinco meses. Entonces el Celta, club en el que militaba desde alevín, aceptó una oferta del City de un millón de euros. "Si fuera él trataría de irme cedido a un equipo de la Championship

[un escalón por debajo de la Premier] para ser uno más en una primera plantilla", tercia Paco Herrera, técnico del club vigués con pasado de dos años en la Premier, uno al frente del segundo equipo del Liverpool.

Mediapunta de buen trazo y no mucho físico, Denis debutó a finales del mes pasado a las órdenes de Roberto Mancini en un partido de Copa de la Liga. Su aterrizaje en la isla está siendo menos traumático que el de otros compañeros. "Hubo un momento en el que no jugaba ni en el equipo reserva y en el club me vieron triste. Se acercaron a preguntarme y me explicaron que el chico que jugaba en mi sitio estaba a prueba y querían verlo. Siempre están atentos, viven por y para el jugador. Es como si fuéramos los jefes y ellos nuestros empleados".

Aunque acaba de recibir la llamada para acudir a la última concentración de la selección sub-19 se preocupa por su continuidad en ella. "Le tenemos muy bien considerado, pero en España le tendríamos mejor controlado", reconoce Ginés Meléndez, coordinador de las categorías de base de la Federación. Esta temporada el City ha decidido no inscribirse en la liga de reservas y las últimas semanas ha disputado la Next Gen Series, una competición en la que participan 16 combinados sub 19 de diversos clubes europeos mezclados en un formato de grupos, no de Liga. Tras seis partidos, el City ya está eliminado y el horizonte competitivo de Denis en lo que resta de campaña es jugar amistosos y pescar algún otro minuto con los mayores en competiciones menores.

"No dejarán de ir jóvenes a Inglaterra. Muchos equipos españoles están necesitados de dinero y formar futbolistas para sacarles provecho económico es una buena opción", apunta Cajigao. "En la Premier los clubes tienen una mejor estructura económica y están mejor organizados. Por eso pueden mantener unas sólidas estructuras de scouting y secretaría técnica. Al final es una vía para ahorrar gasto. El caso del Arsenal es un modelo a estudiar", asegura. Esa apuesta por el talento exterior tuvo en su día mucho de transgresión. "En los viveros primaba aquello de que como somos ingleses hay que jugar en largo y pelear la segunda jugada. No existía un proceso formativo como en España", recuerda Paco Herrera.

Hace unas semanas el técnico del Chelsea, André Villas-Boas, sugirió la creación de equipos filiales con jóvenes que compitan en ligas profesionales tal y como se acostumbra en España o en Alemania, donde no pueden pasar de lo que en nuestro país sería una 2ªB. "Aún así la liga de reservas ha mejorado -matiza Cajigao-, porque antes tenía un carácter regional y ahora se han mezclado los equipos y hay más competitividad". Cambia la mentalidad, pero la liga de reservas mantiene un formato difuso en el que caben veteranos y noveles. "No te ayuda a competir", lamenta Francis Durán, un centrocampista que en 2007 ya alternaba con el Málaga en Segunda y que frenó su progresión en el reserva del Liverpool tras dos graves lesiones de rodilla. "Muchas veces bajan jugadores del primer equipo para coger ritmo y quitan el puesto a los jóvenes. Sientes que ya no estás en juveniles, pero tampoco en una competición profesional", estima Durán, que tras dejar el Liverpool se pasó el año pasado en blanco y ahora, tras firmar dos años con el Elche, encuentra acomodo en el Orihuela, de Segunda B. "Lo que ocurre es que los críos se toman los partidos con ilusión y los veteranos como pachangas", describe Herrera, que en su día apostó por jugársela como chicos de 17 y 18 años. Fue cuando llegaron a Anfield futbolistas como Barragán o Miki Roqué. "Para los centrales y los delanteros centro es un fútbol complicado. Veíamos que sufrían muchísimo por el contacto. Se meten unos palos descomunales".

Pero al final, acudir a por jóvenes españoles es una necesidad para los clubes ingleses. "El 70% de los equipos de la Premier tienen al menos un canterano español y ahora mismo están viendo más, pero hay también muchos jóvenes alemanes, holandeses o escandinavos", advierte Cajigao. Las estrictas leyes inglesas sobre las canteras impiden fichar futbolistas menores de 16 años más allá de un radio de 50 kilómetros. Extrapolado a España supondría que el Barcelona jamás hubiera podido acudir a Albacete y hacerle una oferta a Iniesta. "Para el Arsenal es más sencillo fichar promesas en Madrid o en Hamburgo que en Liverpool", concluye Cajigao.

El ojeador Francis Cajigao.
El ojeador Francis Cajigao.

Un Erasmus bien pagado

Como en su día le ocurrió a Cesc, Héctor Bellerín acudió el pasado verano a las instalaciones del Arsenal al norte de Londres. Allí conoció a Arsène Wenger y le detallaron su plan deportivo para los próximos cuatro años, una pautada previsión en la que le advierten que si no hay cambios en su juego en dos años tendrá oportunidades en el primer equipo. "Mientras tanto me piden que me adapte al fútbol del país y a sus costumbres", asegura. "Es bastante complicado adaptarse, pero con el tiempo no me arrepiento de haber ido. Gracias a mi estancia allí ahora juego en Primera, que era mi sueño", apunta Sergio Tejera, ahora jugador del Mallorca. Estuvo cuatro años en la disciplina del Chelsea, indiscutible en el equipo de reservas y habitual en los entrenamientos con José Mourinho. "Ví que no iba a tener minutos arriba y regresar era una buena opción porque el fútbol español se adecua mejor a mi estilo".

"No tengo tan claro que allí haya más oportunidades para los jóvenes", reflexiona Francis Durán, "pero maduras, ganas experiencia y en lo futbolístico te ves obligado a jugar con rapidez e intensidad, a pensar más rápido. Cesc y Piqué son dos buenos ejemplos". Para Paco Herrera, en los últimos años el escenario es diferente y ahora un canterano tiene más opciones de llegar al primer equipo si se queda en España. "También es cierto que aquí tenemos más joyas y diamantes que allá". Cajigao rescata la experiencia. "A veces es duro porque no todos van a triunfar. Y es peor vivirlo lejos de casa, pero al final la experiencia curte y es positiva, es como un Erasmus con la diferencia de que pagan muy bien".

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