Normalidad con preocupación

La infanta Pilar, hermana del Rey, lo ha reconocido. "Están afectados", para luego añadir, "pero yo no hablo de mi familia". Desde hace dos semanas la prensa indaga en los negocios de Iñaki Urdangarin y en su inminente imputación. En los últimos días en las portadas aparece también el nombre de la infanta Cristina y el de su secretario, Carlos García Revenga, a sueldo de la Casa del Rey. Mientras, el palacio de La Zarzuela guarda silencio en un intento de separar los negocios del yerno del Rey y de la Corona.

En la agenda oficial que cada semana difunde la Casa del Rey no hay ningún acto previsto para la infanta Cristina. No parece que haya planes para que la hija menor de los Reyes ostente ninguna representación oficial en próximas fechas. Doña Cristina, cuentan sus íntimos, se encuentra afectada por todo lo que está sucediendo en su doble papel, el de esposa e hija. Por un lado le preocupan los problemas de su marido y por otro lo que las consecuencias de la investigación pudieran hacer a la imagen de la Monarquía. De momento, la infanta sigue en Washington con sus cuatro hijos que esta semana disfrutarán de unos días de vacaciones coincidiendo con la celebración del Día de Acción de Gracias. A priori la familia no tiene ganas de venir a España como en otras ocasiones. Doña Cristina prefirió quedarse en su casa cuando el pasado fin de semana Urdangarin viajó a Madrid para preparar su defensa con sus abogados y con ellos emitir un comunicado en el que proclamó su inocencia. De su estancia en la capital hay escasa información, ya que no se dejó ver.

García Revenga, otro de los investigados, es el secretario de las hijas del Rey

En estos días convulsos para la familia real ha sido la Reina quien ha tenido más presencia oficial, pero ni ella ni los Príncipes se han pronunciado sobre los asuntos de Urdangarin. Al Rey se le vio el pasado fin de semana en Abu Dabi presenciando el Gran Premio de Fórmula 1 pese a que días antes había suspendido su agenda por problemas en su tendón de Aquiles que le impidieron acudir, entre otros actos, a la inauguración de la muestra El Hermitage en el Prado. Ese mismo día, casualidad o no, estallaba la Operación Babel, la pieza separada del caso Palma Arena en la que se investiga a su yerno.

Pese a los esfuerzos del palacio de La Zarzuela por desligarse de los problemas del marido de la infanta, uno de los suyos se ha visto involucrado. Carlos García Revenga, empleado de la Casa del Rey, figuró en 2006 como tesorero de Nóos. García, algo más que un asalariado de palacio, es el secretario de las infantas desde hace más de 20 años, su colaborador, su persona de confianza y su amigo. Dio clase a la infanta Elena, primero en el colegio en el que estudió y luego como profesor particular. Divorciado y padre de dos hijas, García siempre está dispuesto a atender a doña Elena y doña Cristina tanto en asuntos oficiales como en cuestiones más domésticas. También figuró en la empresa que la hija mayor de los Reyes abrió... y poco después cerró por orden del Rey, muy contrariado con la posibilidad de que su hija emprendiera negocios. Por eso nadie duda, como ha dicho la infanta Pilar, de que en la familia real "están preocupados".

Doña Cristina, por su condición de hija del Rey, medita que tendría que hacer en el caso de que los problemas de su marido crecieran. Para ello hay antecedentes en otras casas reales: cuando uno de sus miembros se ve afectado por algún asunto personal, lo habitual suele ser retirarse o lo que es lo mismo seguir siendo familia del Rey, pero no familia real. Un matiz. Pero muy importante.