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PATÉ DE CAMPAÑA | ELECCIONES 2011
Columna
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Escaleta

¡La de tiempo que hacía que uno no sacaba la cabeza por La Farga de L'Hospitalet de Llobregat! La Farga, ya saben: lugar emblemático de la izquierda para sus grandes mítines. Coscubiela llenaba plaza. Entiéndase: no el gran espacio de la planta baja donde las masas enardecidas de antaño aclamaban a sus líderes turiferarios, sino un saloncito adjunto donde solían reunirse las comisiones de las ponencias congresuales. Al cabo de nada la organización constataba que había pecado de pesimismo sobre el aforo y que había que mover unos paneles para dar cabida a unas 150 sillas más. Con lo cual, la escaleta primorosamente elaborada y distribuida, que preveía un pase de vídeos a las 19.16 horas, la intervención de Jiménez Villarejo a las 19.27 horas y así hasta la aparición de Joan Coscubiela a las 20.11 horas, se iba a freír espárragos. Empezábamos bien.

Empezábamos, exactamente, a las 19.37 horas. Con vídeos, en efecto. Llamaba la atención uno en que Coscubiela exponía su teoría sobre "chulos y chavas". Mientras los primeros, decía más o menos, eran unos muertos de hambre incapaces de enfrentarse a los poderosos, los segundos eran los buenos. Pues vale. Y en esas, a las 19.40 horas, aparecía Villarejo, pidiendo un recuerdo para las víctimas del franquismo. ¡La vieja Farga nunca defrauda! El término "fascismo", ese viejo hit, aparecía en su discurso a las 19.44 horas para calificar esa corriente europea tan de última hora que hace y deshace gobiernos no votados por la gente.

Laia Ortiz, que sucedía a Joan Josep Nuet a las 19.50 horas, conseguía, alehop, lo nunca visto: ¡concluir tres minutos por delante de las previsiones de la escaleta! Con lo cual ya Jordi Miralles y Joan Herrera iban perfectamente cuadrados. Herrera, por cierto, sacaba en su discurso el término "mercadocracia", aggiornamento para calificar lo de Europa sin recurrir al clásico evocado por Villarejo.

A las 20.11 horas, tal como figuraba en la escaleta, aparecía, ¡tachán!, Joan Coscubiela. Y como quiera que este paté ya había llegado a los prescriptivos 2.000 caracteres con espacios, nos íbamos a cenar a casa, puntualitos. Que ustedes reflexionen a gusto y con tino.

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