Volver a corear Movierecord

Hay películas generacionales, cintas que marcan vidas. Prueba de ello son los cientos de personas que acudieron ayer (y lo harán hoy, mañana y el domingo) a los cines Palafox (Luchana, 15) para ver en la gran pantalla Tiburón, de Spielberg (1975), y a esa niña de El exorcista (1973); o a Marty McFly (Michael J. Fox) cambiando su monopatín por un Delorean en Regreso al futuro, de Robert Zemeckis. Momentos impagables para muchos, sobre todo para esa generación nacida en los setenta y los ochenta que hoy, en la treintena, se resiste a crecer y paga encantada una entrada de 10 euros para regresar al pasado.

"Nunca la he visto en cine", comentaba en una cola que daba la vuelta al edificio Alberto Fernández, de 23 años. Le acompañaba Flavio G. García, que reconocía que merecía la pena ver "este tipo de pelis en pantalla grande porque es como entrar en el túnel del tiempo".

El ideólogo de esta apuesta cinematográfica llamada Phenomena, que sucede a la que ya este verano pusieron en marcha los cines Verdi con las sesiones de clásicos remasterizados, es el "promotor y agitador de masas" Nacho Cerdá (Barcelona 1969), un declarado amante y entusiasta del séptimo arte. "Y ahora, a emocionarse", dijo ayer, dirigiéndose al público antes de la proyección.

Este catalán puso en marcha esta iniciativa en los cines Urgel de Barcelona hace ya un año. Cosechó un éxito insólito: 22.000 espectadores hasta el día de hoy, cuando sigue habiendo sesiones una o dos veces al mes. Por aclamación popular -hubo reiteradas peticiones para traer la misma programación a la capital en la página de Phenomena en Facebook- las películas han llegado a la sala 1 (800 butacas) de los Palafox de Madrid.

El ambiente de ayer recordaba un poco al del Festival de Sitges. En los anuncios previos a la proyección, la gente comenzó a corear los títulos de Movierecord de los años noventa y aplaudió entre risas al final. La carcajada fue colectiva cuando, a continuación, apareció en la pantalla Miguel de la Cuadra Salcedo con el pecho descubierto presentando el antimosquitos ZZ Paff. A estos anuncios les siguieron otros de la época como el del mítico Caspolén o el agua Chaparrita. Entre el público había amantes del género de terror, cinéfilos, más y menos modernos... pero, sobre todo, gente de entre 30 y 40 años dispuesta a volver a sentirse como un niño.

Serán, con la de ayer, cuatro sesiones dobles (www.phenomena-experience.com) que arrancarán a las 19.30 y que culminarán el domingo por la tarde con la proyección de Regreso al futuro y Los cazafantasmas (1984). Para esta última sesión ya solo quedaban unas decenas de entradas. "De momento solo hemos programado estas cuatro sesiones, dependerá de la respuesta del público que sigamos con esto o no", comentaba Cerdá, que para distinguir la oferta de Madrid y Barcelona ha incluido aquí dos películas, como El exorcista y Los cazafantasmas, que no se han proyectado aún en la Ciudad Condal. Allí ya se han agotado las entradas para el próximo 25 de noviembre, cuando reponen Indiana Jones y la última cruzada (1989) y Jungla de cristal. Phenomena es ya un fenómeno.