De la paliza a la angustia
El Barça sigue invicto en la Euroliga, pero sufre ante el Galatasaray tras sacarle 18 puntos
Desconcertante e irreconocible en el último cuarto, el Barcelona Regal salió triunfante de Estambul. Ganó, pero sufrió hasta el último segundo en un partido que llegó a dominar por 18 puntos (34-52) y que todavía manejaba en el último cuarto con 12 de renta (52-64). Pasó de ir con propulsión a chorro a quedarse petrificado y anotar a duras penas nueve en 10 minutos.
Nada hacía presagiar un final tan apretado a pesar de que el pasado domingo, en Valencia, el Barça ya vivió un episodio similar. En Estambul, por momentos, durante muchos minutos y más allá de cuál fuera su quinteto en la cancha, destiló un juego fluido, efectivo, demoledor. El Galatasaray estaba hecho trizas cuando no se había llegado al descanso. Si esperaba que Navarro y Lorbek pudieran ser sus verdugos, se equivocó, al menos de inicio. Mickeal, Eidson, Marcelinho y Wallace fueron los que pusieron tierra de por medio en una nueva muestra de la cantidad de recursos que posee Xavi Pascual. El resto corrió por cuenta de una defensa que no permitió siquiera que Lakovic tirase contra el que fuera su equipo durante toda la primera parte y que mantuvo a raya a Songaila y Pachulia, el pívot de Atlanta Hawks, que apenas se dejó ver, intimidado por el quehacer y los tapones practicados por los barcelonistas.
GALATASARAY 66 - BARCELONA REGAL 70
Galatasaray: Lakovic (3), Lucas (8), Shipp (9), Songaila (2) y Aldemir (6) -equipo inicial-; Shumpert (7), Açik (4), Andric (17), Pachulia (2), Arslan (8) y Ozer (0).
Barcelona Regal: Marcelinho (9), Navarro (12), Eidson (8), Lorbek (14) y Vázquez (3) -equipo inicial-; Sada (3), Perovic (0), Wallace (9), Ingles (0), Ndong (2) y Mickeal (10).
Árbitros: Pukl (Eslovenia), Lottermoser (Alemania) y Shulga (Ucrania).
Abdi Ipekçi, de Estambul: 11.300 espectadores.
El control del rebote defensivo fue el único problema en el despegue del Barça, meteórico cuando a la velocidad y la puntería de su perímetro exterior añadió un extraordinario porcentaje en los triples. Su recuento llegó a ser de nueve aciertos en 17 intentos. Empezaba la segunda parte y se acercaba ya a la veintena de puntos de renta.
Pero el Galatasaray se despabiló con una defensa en zona 2-3 que provocó las primeras dudas en el ataque del Barça. La presión defensiva del equipo turco aumentó. Y el Barça se fue consumiendo de manera inopinada. Se esfumó su soltura en el ataque. Reiteró sus intentos desde lejos ignorando las penetraciones o trabajar más sus acciones para alimentar a sus pívots, muy desatendidos Vázquez y Ndong. En cambio, en la defensa concedió las penetraciones de los jugadores turcos, especialmente las del estadounidense Shipp y su compatriota el escolta Lucas.
El final de partido del Barça fue lamentable, permisivo en la defensa e inoperante en el ataque. Pero le valió su oficio y la enorme renta que había adquirido para evitar, por los pelos, un susto de verdad. En definitiva, sumó su quinta victoria en otros tantos partidos, lo que despeja casi por completo su camino hacia la siguiente fase de la Euroliga, el Top 16, cuando queda la segunda vuelta de la primera liguilla.
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