El Gobierno de concentración de Duran divide a CiU
Pujol rechaza la idea del candidato
El Gobierno de concentración es una opción que en Convergència i Unió se contempla desde mayo de 2010, fecha en la que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero logró aprobar un severo plan de ajustes gracias a la abstención de CiU. Josep Antoni Duran Lleida propuso entonces un Gobierno de concentración en España para encarar la crisis, idea que ha repetido durante toda la campaña. Poca gente en CiU se atreve a toser al democristiano, pero ayer lo hizo una de las pocas personas que pueden llevarle la contraria: el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, que ninguneó la propuesta de Duran y emplazó al PP, si gana las elecciones, a asumir la responsabilidad de gobernar.
"Sobre el Gobierno de concentración: si hay un partido que tiene mayoría absoluta, tiene mayoría absoluta. Y ya que la tiene, que asuma sus responsabilidades, que no trate de descargarlas en otro", dijo Pujol, en una entrevista en la cadena SER. El expresidente de la Generalitat, a quien le tocó lidiar con el PP en mayoría, avisó de los peligros que tiene un Ejecutivo que agrupe a todas las fuerzas: "No puede ser que nos pidan que les acompañemos y mientras tanto se nos niegue el pacto fiscal, se baje el techo autonómico, se pongan trabas a la inmersión lingüística y se descabece TV-3".
"Me preocupa que haya muchos Mohameds que no se integran"
Las palabras de Pujol añadieron leña al fuego del debate sobre el Gobierno de concentración que ha iniciado CiU. Después que Duran pidiese un Ejecutivo de estas características para España, el portavoz catalán, Francesc Homs, flirteó el martes con la posibilidad de adaptarlo a Cataluña. Todo ello pese a que Duran, en su propuesta original, descartó una fórmula de concentración para la Generalitat. Aunque ayer, tras las palabras de Homs, el candidato también se vio forzado a abrir la puerta a que CiU sumara esfuerzos con el resto de las fuerzas para encarar la crisis en Cataluña. Para rizar más el rizo de una propuesta poco concreta, Duran aseguró en una entrevista en COM Ràdio que en un Gobierno de concentración en España él no sería ministro.
El democristiano habló, por primera vez en campaña, de inmigración. Para evitar polémicas, se guardó de hacerlo en ciudades sensibles a este tema, como Vic (Osona) o Badalona (Barcelonès). Duran aseveró que no es racista, pero se vio forzado a reconocer que le disgusta el número de inmigrantes que hay en Cataluña. "Me preocupa que en nuestra población autóctona, por errores cometidos en políticas demográficas, cada vez haya más inmigrantes. No me preocupa el que se integra, pero me preocupa que haya muchos Mohameds que no se integran y no respetan los valores de este país. No es racismo, es hablar de un problema", explicó el democristiano en una entrevista en TVE. Duran ya había lamentado, en precampaña, que en la comarca del Baix Empordà nazcan "más Mohameds que Jordis". Los quebraderos de cabeza que ha provocado Duran en Convergència cada vez que ha hablado de inmigración le han obligado a soslayar este tema en campaña.
El candidato también ha reservado en periodo preelectoral muy pocas frases a Esquerra Republicana (ERC). Pero ayer, en Girona, provincia donde los republicanos tienen un arraigo importante, multiplicó sus referencias a la candidatura de Alfred Bosch, al que menosprecia por sus pocas opciones de tener grupo propio en el Congreso. El candidato afeó a los republicanos que formaran el tripartito -"nosotros no votaremos nunca un presidente no nacionalista, como hicieron ellos"- e intentó destacar su perfil catalanista subrayando que votará a favor de una propuesta de ERC que pedirá la autodeterminación en el Congreso.
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