CiU flirtea con la idea de un Gobierno catalán de concentración

Convergència i Unió (CiU) ha ayudado a la centralidad del PP en Cataluña valiéndose de sus votos y ahora el auge de la formación de Alicia Sánchez-Camacho puede condenarle al tercer puesto en las generales. El Gobierno de CiU, presionado por los recortes, quiere filtrar una idea en la campaña: que si ha pactado con el PP la mayoría de las leyes básicas aprobadas en esta legislatura es porque "no ha habido más remedio".

El Gobierno de CiU ayudó ayer a Duran lanzando una idea que completa la presión que el democristano ejerce sobre los socialistas en todos sus mítines: un eventual Gobierno de concentración. El portavoz, Francesc Homs, flirteó con esta hipótesis: "No hay nada descartable. Si se puede plantear a nivel general, se puede hacer también en Cataluña y en otras comunidades". El portavoz insistió en señalar al PSC como el partido que debe hacer un gesto para ayudar al Ejecutivo de Artur Mas. "Hoy, en el caso de Cataluña, cuesta mucho imaginar un Gobierno de concentración hasta que el principal partido de la oposición haga el proceso interno que ha dicho que haría", cerró Homs, en alusión al futuro congreso que fijará el rumbo socialista.

CiU quiere evitar el panorama que la hundió entre 2000 y 2003: un Gobierno del PP con mayoría absoluta y un Ejecutivo catalán débil que dependía exclusivamente de los populares. Por ello la federación nacionalista urge al PSC y, en menor medida, a ERC, a "hacer una reflexión" y ayudar a Mas. El Gobierno, de momento, amenaza con decisiones extraordinarias, como la que planteó ayer Homs, y puede ir más allá para forzar a los socialistas. El lunes Duran lo dejó claro: si la oposición no mueve ficha, debe ser Mas quien lo haga, dijo el democristiano, que sin embargo prefiere otras opciones antes que un Gobierno de ese tipo.

El candidato se esfuerza en responsabilizar al PSC de los males que afectan a Cataluña. Especialmente los recortes, que pueden pasar factura a los nacionalistas este domingo. Ayer Duran, en un mitin en Lleida, obvió las críticas al PP y se centró en cargar contra los socialistas por la situación creada en la Generalitat. A medida que se acerca el 20-N, el democristiano cambia el sentido de las elecciones y mezcla el apoyo a su candidatura con la adhesión al Gobierno de Mas. "Ante los excesos que practicó el tripartito, especialmente el PSC, no hay otra alternativa que la que está practicando CiU: una respuesta de rigor y responsabilidad", alabó el democristiano. El candidato arreó a los socialistas por "no defender los intereses de Cataluña en Madrid" y a la candidata Carme Chacón por no atenderlos durante esta legislatura. A sus ataques acudió el presidente Mas argumentando los recortes por "las montañas de deuda que han dejado" los socialistas. "Sean conscientes de que CiU está haciendo un esfuerzo titánico para no debilitar el Estado de bienestar. Y el PSC, que hace grandes proclamas, es el responsable de la pérdida de bienestar", atacó el presidente.

Un grupo de personalidades catalanas publicó ayer un manifiesto a favor de Duran, en el que alaba las propuestas de la federación. Destacan las firmas del periodista Joan Barril, antaño cercano al PSC, y el escritor Enric Vila, declarado independentista. También suscriben el texto el consejero de Cultura, Ferran Mascarell, y el escritor Xavier Bru de Sala.