Arenas exhibe un tono presidencial en el debate del último Presupuesto

El último debate de Presupuestos de la legislatura, y quién sabe si de los socialistas, no fue precisamente de guante en blanco. No se esperaba: las cuentas se aprueban en plena campaña electoral y no hay elemento que se escape a esta realidad. No obstante, el líder del PP andaluz, Javier Arenas, aprovechó para exhibir un perfil marcadamente presidencialista. Se esforzó por parecer sereno, pedagógico, huyó del tono grueso, y quiso ser hasta conciliador. Llegó a proclamar el "fin de ciclo político".

Como estaba previsto, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, no subió a la tribuna a defender las cuentas autonómicas para 2012, que ascienden a 32.020 millones de euros, un 1% más que las que hay en vigor. Un año más, Arenas afeó al socialista que se quedara en su escaño, y no dejó escapar la oportunidad -el debate fue retransmitido en directo por el segundo canal de la televisión autonómica- de presentar las grandes líneas de su programa para los comicios autonómicos de marzo de 2012. "Lleva usted un pleno profundamente inquieto, es una pena que no haya subido aquí porque ha hablado mucho más abajo que lo que hubiera hablado arriba", le espetó el popular a Griñán. Arenas se encontró enfrente con una rocosa consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, quien aburrió en su primera exposición y encantó a la bancada socialista en sus turnos de réplica.Tras desgranar de manera monótona las grandes cifras del Presupuesto, Carmen Martínez Aguayo soliviantó al dirigente popular con la siguiente frase: "Es cruel, triste e indigno intentar hacerle creer a los parados que porque ustedes gobiernen van a tener trabajo". Si bien, la consejera reconoció que el desempleo es "inaceptable".

"Es cruel, triste e indigno intentar hacerle creer a los parados que porque gobierne el PP van a tener trabajo"

Y es que Arenas hizo girar todo su discurso en torno al 1,2 millones de personas que no tienen trabajo, siguiendo el hilo conductor de la campaña de su partido. Arenas se esforzó por mantener el guión de la moderación y huir de la agresividad. Se mostró hasta conciliador, con un broche final a su primera intervención llena de invitaciones al empuje colectivo, la concordia y la fe en las posibilidades de Andalucía. "Estoy convencido", dijo, "de que si los andaluces estamos juntos, superaremos la crisis. Gane quien gane, habrá que empezar la legislatura con un gran pacto por el empleo y unos Presupuestos al servicio de este objetivo".

El popular no quiere que bajo ningún concepto que se altere el mensaje que pretende transmitir: que no pasa nada porque gobierne el PP. En varios momentos remedó las maneras neutras de Mariano Rajoy y rozó la atonía al desgranar cifras y más cifras, con escasas frases merecedoras de un titular.

Sin embargo, los temperamentos de ambos están en las antípodas y cuando Martínez Aguayo le dijo en la réplica que él era uno de los cargos públicos que más cobran de Andalucía, con un sobresueldo de su partido, el popular torció el gesto, se mordió el labio inferior, y esperó su turno para responderle. Encabezó la contestación con la promesa de que no iba a entrar al trapo de los "insultos, mezquindades y falsedades". "Por duras que sean, voy a seguir con el análisis del Presupuesto y el empleo". Pero no se pudo resistir, e ironizó con la escasa moderación de Aguayo, que en una entrevista sostuvo que si gana el PP será un "desastre nacional". También hizo un chiste sobre la nula confianza que tiene la socialista en las posibilidades de triunfo de su propia formación. La consejera volvió al sueldo de Arenas [142.679 euros brutos en 2010]: "Está visto que decir lo que usted gana le irrita muchísimo, pero no es un insulto ni un ataque personal, es una simple constatación. Se ha pasado cuatro años pidiendo que nadie debe ganar más que el presidente, y resulta que usted cobra mucho más del doble". Fue el minuto más tenso del debate -que en la primera parte cayó en la modorra-, al entrar las bancadas socialista y popular en descalificaciones a gritos.

Sobre el Presupuesto en sí, no se escuchó nada nuevo. El líder del PP lo bautizó como un "eslogan electoral", dijo que la cifra de ingresos es falsa y que la subida de impuestos y el endeudamiento ahogan las perspectivas de empleo. En el apartado propositivo, Arenas también fue reiterativo, pese a que había prometido que presentaría un proyecto alternativo a grandes rasgos. Esta vez dividió sus propuestas en 18 (la última era una relación de 66 medidas), que incluyen varias leyes, planes de reformas, auditorias y la apuesta por sectores estratégicos, las pymes y los autónomos.

Aguayo no fue ajena al clima electoral existente. Y aprovechó para comparar con cifras los recortes que el PP está haciendo en las comunidades donde gobierna, frente a sus cuentas donde crece la educación, la dependencia y se mantienen las partidas de sanidad. Son unos Presupuestos que le ha dado discurso al candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su campaña.

Curiosamente, el debate más ideológico, incluso áspero, se produjo entre la consejera y el portavoz de IU, Ignacio García. Este tuvo unas palabras de reconocimiento hacia su compañero Pedro Vaquero, portavoz de Hacienda, quien no pudo intervenir al estar enfermo. Toda la Cámara aplaudió.

Para IU el Presupuesto de la Junta, "no es social" y es "impropio de una comunidad de izquierdas" como Andalucía. "No entiendo las críticas que me hace, me parece que son una pose", replicó Aguayo. Esta se preguntó cómo lo tachaba de "neoliberal" cuando se contempla una subida de impuestos a las rentas más altas y se acudía al máximo nivel de endeudamiento permitido.

En el contraste con la derecha basó el portavoz socialista, Mario Jiménez, su intervención. Este reprochó la decisión de algunos Gobiernos autónomos de no presentar Presupuestos lo que consideró "dañino" y "una desgracia" para los ciudadanos de esas regiones.

Las dos enmiendas a la totalidad que presentaron PP e IU fueron rechazas por la mayoría absoluta socialista.