Terol dispara la moral en Alcoi

Alcoi ha superado su enclaustramiento orográfico y se ha colocado en el mapa con episodios, especialmente en el ámbito deportivo, que han acabado por convertirse en leyenda. El más popular es la mítica moral alcoyana, atribuida al tesón y resistencia a la derrota de su equipo de fútbol, el Alcoyano. Desde el domingo, la ciudad atesora otro icono deportivo, Nico Terol, flamante campeón mundial de motociclismo en 125 centímetros cúbicos.

La gesta de Terol ha puesto a cien la moral de los vecinos. Anoche cientos de alcoyanos se abstrajeron por unas horas de la crisis y la batalla política y se echaron a la calle para rendir un cálido homenaje a su joven campeón.

Nico Terol, después de que la lluvia frustrara su intento de probar la Moto 2 ayer en el circuito de Cheste, llegó a su ciudad natal sobre las 19.30. Y nada más entrar en el casco urbano olió y sintió el calibre de la fiesta que le tenían reservada sus convecinos. Unos 500 moteros le esperaban para escoltar el descapotable en que Terol hizo el paseillo por las calles de la población hasta llegar a la plaza de España.

Allí, le esperaban unos 2.000 vecinos que abarrotaban el recinto. Sobre las ocho de la tarde, Nico se asomó al balcón del Ayuntamiento y se desató el delirio. Los concentrados irrumpieron en aplausos, abrazos, gritos y sobre todo muchos vítores de "Nico campeón".

A continuación, el joven campeón se dirigió al salón de plenos y tras la protocolaria firma en el Libro de Oro de la ciudad, regresó al balcón y arropado por su representante, Xavi Pérez, y Jorge Martínez Aspar, se dirigió al gentío que colmaba la plaza: "Para mí, es un orgullo estar aquí. Es una sensación parecida a la que tuve en Valencia cuando gané el campeonato. Gracias".

En la plaza de España una pantalla gigante animó el homenaje con la proyección de imágenes de Terol desde sus inicios. La fiesta se prolongó hasta bien entrada la noche. Ni el frío ni la amenaza de lluvia la aguaron.