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Entrevista:

Un gruñido de supervivencia

El padre biológico de Jasmin, el bebé de siete meses que acabó con la cabeza y las extremidades rotas y al que alimentaban solo con manzanilla, cuenta cómo descubrió el estado de su hija

Javier Mesa habla muy despacio y lleva una mochila azul casi vacía. No tiene trabajo, pero hace chapuzas. No tiene papeles, pero en pocos meses eso se arreglará, asegura. No tiene a su hija, pero va a solicitar su custodia. Su niña tiene algo más de tres años y vive con una familia de acogida. Cuando tenía siete meses, la Comunidad de Madrid asumió la tutela de la menor. No fue un capricho. El bebé tenía un brazo y una pierna rotos, una fractura en el cráneo, un derrame en un ojo y desnutrición. Su madre, Esmeralda Cuadrado, se enfrenta a una petición fiscal de 22 años de cárcel por maltrato infantil habitual e intento de homicidio. Jasmin, la menor, aún tiene secuelas. Es muy probable que algunas de ellas le duren toda la vida.

"Yo me enteré de que tenía una hija por casualidad. Esmeralda no me lo dijo nunca", explica Mesa, el padre biológico de la criatura supuestamente maltratada. La madre de la niña se fue a vivir con otro hombre, Milton Miranda, cuando el bebé, Jasmin, tenía dos meses, que también está siendo juzgado en la Audiencia Provincial. Ambos han reconocido que se les había caído la bebé en algunas ocasiones. Aunque negaron que la pegasen. La niña tenía el estómago destrozado porque le habían dado manzanilla por todo alimento durante semanas.

Javier Mesa, dominicano de 25 años, fue quien se dio cuenta del deterioro de la menor. "De mi niña", cuenta sentado en un bar de la estación de Fuenlabrada, donde reside. Mientras se acuerda de cómo tocaba el cráneo hundido de la bebé, se le humedecen los ojos y se pasa el dorso de la mano por la cara. "Estábamos tomando algo en un bar y la niña estaba dormida en el carrito. Pero de vez en cuando daba unos gruñidos muy raros. Al principio, creí que se trataba de una pesadillita o algo así, pero luego la vi tan pálida que me di cuenta de que le pasaba algo", recuerda Mesa. "Oye, Esmeralda, ¿no te has dado cuenta de que no mueve el bracito?", cuenta ahora, trago de agua mediante, el padre biológico de la menor maltratada.

El descubrimiento de las lesiones de Jasmin se produjo porque a su madre, Esmeralda, la echaron de la casa en la que vivía con Milton Miranda. Llamó a su madre y al padre biológico de la niña para que la ayudaran a trasladarse. La abuela no se podía dar cuenta del estado del bebé porque es completamente ciega. Poco antes de ese encuentro, mientras Esmeralda recogía sus cosas, los demás moradores de la casa oyeron un golpe y después los gritos del bebé. La fiscalía acusa a Esmeralda por golpear a Jasmin en la cabeza con un objeto contundente. Su padre biológico no sabe cómo juzgar a la madre: "Nunca fuimos novios. Fue solo un rollo".

La Comunidad de Madrid tiene bajo su tutela a algo más de 4.600 menores. De ellos, más de la mitad viven en casas con familias de acogida. Es el caso de Jasmin. Al menos, por ahora.

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