27 camiones para tapar el socavón

Hasta 27 camiones cargados de hormigón fueron necesarios ayer para tapar y consolidar el terreno del barrio de La Teixonera de Barcelona donde el viernes por la tarde se produjo un socavón. Vertieron 180 metros cúbicos de cemento. Tras la incertidumbre inicial, el Ayuntamiento confirmó que la causa del enorme agujero fue el colapso de una alcantarilla, a siete metros de profundidad, previsiblemente como consecuencia de la gran cantidad de lluvia caída durante la semana, lo que habría ocasionado una gran bolsa de agua. La incesante lluvia impidió, con todo, que los técnicos pudieran trabajar en el lugar.

A las seis de la mañana, antes de comenzar a llenar el agujero de hormigón para consolidar el terreno, fue necesario agrandarlo hasta duplicar su tamaño para vaciarlo de tierra y agua. De 20 metros cuadrados pasó a 40.

Las ocho familias que fueron desalojadas el viernes (12 adultos y 2 niños) seguían ayer realojadas en hoteles a la espera de que los bomberos determinen que pueden regresar a sus pisos, en el edificio del número 4 de la plaza de Isop. Los bomberos descartan que el edificio haya sufrido daños estructurales, pero quieren asegurarse de que no existe ningún peligro en el terreno como consecuencia del socavón.

Los vecinos, en cualquier caso, pudieron entrar por la mañana en sus viviendas, acompañados por bomberos, para recoger ropa y objetos personales.

El socavón obligó a cortar el suministro de gas, luz y agua de las calles de Plutó, Samaniego y de los Cortada. El del agua fue restablecido a media mañana y, más tarde, el de la luz. A última hora, y tras el paso durante el día de hasta tres concejales, el alcalde, Xavier Trias, visitó las obras. Al cierre de esta edición, aún no se había restablecido el suministro de gas.

Desalojo en Lleida

En Lleida, la aparición de grietas en un edificio del centro histórico obligó también ayer por la tarde a desalojar a 24 vecinos en hoteles de la ciudad. La alarma la dio una vecina cuando su caldera se desprendió de la pared. Los técnicos del Ayuntamiento realizaron una primera inspección en la finca, el número 2 de la plaza del Dipòsit, y decidieron desalojar el edificio de forma preventiva a la espera de valorar el lunes la afectación y si los vecinos pueden regresar. La gran cantidad de lluvia caída parece ser también la causa de las grietas.