El secreto del tiro cruzado

A la espera de que la Oficina Española de Patentes y Marcas proteja del plagio su terrible tiro cruzado, Higuaín se muestra tan predispuesto a revelar su fórmula como a que le saquen tres muelas. Por eso ayer, cuando la firma Nike organizó un acto para que Higuaín explicase su ejecución del remate, el delantero argentino frunció el entrecejo.

-Eso ya lo dije en el vídeo.

El patrocinador del futbolista destinó el evento a presentar las botas T90 Laser IV. Lo tituló: El Disparo Perfecto. Cuando el presentador, micrófono en mano, invitó a Higuaín a que explicase la esencia de su arte, la estrella se remitió al vídeo promocional: una secuencia filmada durante un ejercicio de remates en el que va soltando sus píldoras. Los aficionados y los periodistas convocados querían escuchar al héroe en vivo, pero la cosa no era fácil.

"Trato de no jugar de espaldas. Me muevo por intuición. Sin dudar", dice el punta

-Lo expliqué antes en el vídeo, repetía.

El vídeo, efectivamente, era un concentrado de oscuras confesiones que seguramente el goleador habría preferido no revelar ni a los porteros ni a los defensas que le esperan por el camino. "Trato de no jugar de espaldas al arco y me muevo por intuición", decía, entre gol y gol. "Trato de buscar el momento. No hay que dudar. Me gusta tirar desmarques. A la hora del golpeo trato de buscar la posición en la que mejor me siento, que es la cruzada, para sacar el tiro cruzado. A nivel de impacto intento golpear con el borde interno porque es como más dirección le doy al balón. Si le doy con la izquierda procuro chutar con el empeine. Me gusta tirar a la derecha del portero".

La mayoría de los futbolistas se reservan el relato de su verdadera experiencia y dejan para el público el recuerdo de sus acciones en la cancha. Mientras no se acaba su carrera, actúan con celo, como quien cuida el secreto de un invento imposible de registrar. Higuaín sabe que su remate vale oro, y, aunque parece intransferible, lo protege de miradas y oídos indiscretos. Esta temporada no hay otro goleador más eficaz que él. Suma 10 goles en 478 minutos de Liga. Un tanto cada 47 minutos. Es su mejor promedio. El mejor promedio de Europa.

En uno de los últimos intentos por sacarle alguna declaración sustancial en vivo, el showman volvió a preguntarle por su idea del eslogan de la campaña: El Disparo Perfecto. Higuaín se desmarcó con maestría:

-Disparo perfecto es todo aquel que acaba en gol.

El presentador insistió contra viento y marea para salvar el acto propagandístico. Recordaba a uno de esos centrales que, por más que le intentan marcar, no pueden seguir la trayectoria imprevisible del delantero en el campo. En un intento por fijar su concentración y emocionarlo, le mostró el programa informático que determinaba el punto exacto de sus golpeos. La imagen de la bota se reflejó en la pantalla de la sala.

"Vamos a ver la bota", dijo el showman. "Esa es la bota de Higuaín, y esas dianas que ves ahí son los puntos de impacto de cada gol, que son con el empeine derecho...".

Higuaín lo interrumpió: "Creo que no fue con el empeine, no sé con qué lugar golpeé, pero si usted lo dice...". Miró las dianas rascándose la cabeza y doblando las cejas, con gesto de desaprobación. El presentador, nervioso, salió del atolladero a trompicones: "¡Si lo pone así, es que es así!"

Antes de abandonar el recinto en medio de una nube de seguidores, cámaras, porteadores e intermediarios, Higuaín habló de la bota. Otra vez, lo hizo en términos imprecisos, como el druida que no acaba de revelar la fuente de la pócima. Pareció dar a entender que usa un número menos para aumentar la sensibilidad: "Mi número de bota es el 10, o el 10,5 [un 42,5], pero a mí me gusta usar el botín lo más cerca del pie posible. Es como más cómodo estoy con la pelota. Al nuevo modelo le han quitado las costuras de los interiores y me da más control".

Dicho esto, el hombre al que todos llaman Pipita dio por concluido el evento.