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ENRED@S ELECTORALES | ELECCIONES 2011 | Voces en campaña
Columna
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Anodinos, inodoros y aburridos

Ramón Muñoz

Las campañas electorales suelen ser soporíferas por previsibles. A nadie le preocupan lo más mínimo los programas electorales. Los candidatos lo saben, así que han decidido levitar hace tiempo sobre la realidad y optar por el vacío ideológico, obamizando sus consignas hasta hacerlas más etéreas que el propio éter. El #peleaporloquequieres o el #sumatealcambio con las que concurren PSOE y PP, respectivamente, a los comicios del #20N son buenos ejemplos.

Ante tanta simplicidad, esta campaña ofrece, a priori, una vía de escape para el elector comprometido: las redes sociales. Internet no es un desconocido electoral. Desde los tiempos en que Gaspar Llamazares ensayaba mítines en Second Life han llovido muchos post. Pero los políticos siguen sin cogerle la medida.

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En televisión, por ejemplo, lo tienen mucho más claro. Mantienen la tradición de convocar a los acólitos a los mítines, pero estos son una mera escenografía hasta que el teleprompter les avisa para que suelten el eslogan de 30 segundos que emitirán teles y radios. En las redes sociales aún no le han cogido el truquillo. Y cuando irrumpen con la frase rotunda que les eleve a trending topic, les sale el tuit por la culata y las huestes cibernéticas les montan unos hashtag incendiarios.

Solo hay que ver al pobre Esteban González Pons, al que se le ha ocurrido decir lo que cualquier votante cabreado del PP te diría tomando una caña: "No hay ningún español tan idiota que quiera la continuidad que el PSOE ha dado estos años". La frase brincó a Twitter y, pese a las excusas, al portavoz del PP le han llovido tuits de punta.

Tampoco se luce mucho el PSOE a la hora de valorar el uso de las redes sociales. Ha puesto en marcha un programa de puntos para los usuarios de Twitter y Facebook que más contribuyan a la difusión del mensaje de su candidato. Con #puntosRubalcaba se pueden conseguir desde barras de bálsamo labial hasta tazas térmicas. Lo de "un hombre, un voto", ha dado paso al mucho más mercantilista: "Un follower, una taza".

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En general, la campaña en internet es tan tediosa y anodina como en los mítines. Los aplausos se truecan aquí en retuiteos pelotas de una legión de militantes, simpatizantes o blogueros mamporreros de uno y otro bando. Para sacar algo en claro hay que buscar el desliz. Por ejemplo, el día 23, en la cuenta oficial del PP aparecía este inquietante tuit: "@PPopular No estoy aquí para cubrirte las espaldas #sonmisamigos después de darme una hostia en un bar". Hagan sus pesquisas.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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