'Next billion'

Con la incertidumbre todavía rondando los mercados europeos y el estadounidense, de vez en cuando resulta saludable echar un vistazo a la trayectoria reciente de los mercados emergentes. En líneas generales, el impacto de la crisis en estos países ha sido menor y la recuperación está siendo más sencilla. Parte del éxito viene, sin duda, por la pujanza de las exportaciones, pero no es menos cierto que hay un mercado interno que se desarrolla rápidamente.

Esta semana se publicaba el hito simbólico de que la población de la Tierra alcanzará en 2011 la mareante cifra de 7.000 millones de personas. La inmensa mayoría de ellas vive en países emergentes o en vías de desarrollo, en los que la desigualdad social ha sido una constante en el último siglo. La superación de la pobreza y la paulatina incorporación a la sociedad de consumo son la principal vía por la que está creciendo la demanda interna, el next billion (próximo millardo) al que deberán dirigirse las empresas. Solo en Brasil, la clase media aumentó un 30% en los ocho años de Gobierno de Lula da Silva y, en la actualidad, el 52% de la población brasileña entra dentro de esta categoría.

Las microfinanzas pueden ayudar a erradicar la pobreza y alentar la clase media en los emergentes

La demanda creciente en países emergentes supone toda una oportunidad (y un reto) para las empresas españolas, que se ven abocadas a la internacionalización ante la reducción drástica de su mercado doméstico. Sin embargo, la nueva clase media no dispone del mismo poder adquisitivo ni de los mismos patrones culturales y de comportamiento que la clase media más acomodada, por lo que las estrategias de comercialización deberán especializarse para comprender a este nuevo público. Por otro lado, los distintos mecanismos públicos de apoyo a la internacionalización deberán adaptarse a este contexto, ofreciendo herramientas prácticas para quienes se embarcan en esta aventura por primera vez.

El panorama parece bastante alentador, pero no podemos obviar que la erradicación de la pobreza y la creación de una clase media mayoritaria no se consiguen de manera espontánea. Entre los mecanismos que pueden contribuir a este proceso, las microfinanzas son uno de los más destacados y, además, han tomado un giro interesante en los últimos años. Por un lado, se está avanzando en la formalización de las entidades microfinancieras y en la mejora de su gestión; por otro, la banca comercial en países emergentes está optando por estrategias de downscaling para atender a la población con bajos ingresos. El resultado de esta combinación de factores es una mayor oferta y una mejora de la eficiencia que repercute positivamente en los clientes.

En las próximas semanas (del 14 al 17 de noviembre, para ser exactos) se celebrará en Valladolid la V Cumbre Mundial del Microcrédito, en la que tendremos una oportunidad inigualable de conocer de primera mano el impacto de este instrumento y, especialmente, el papel destacado de España a través del Fondo de Concesión de Microcréditos (ahora incorporado al Fondo para la Promoción del Desarrollo-Fonprode). Los avances en la inclusión financiera sentarán las bases para conseguir el desarrollo socioeconómico de las mayorías y, con él, la recuperación del crecimiento económico.

Álvaro Martín Enríquez es profesor de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Afi)