Mercado de otoño

De hoy no pasa que saco la ropa de invierno y guardo la de verano. Aunque este sea el otoño más cálido del siglo, tampoco es para ir todo el año con el palabra de honor por la vida como Ana Obregón, o sea, te lo juro. Menuda naturaleza tiene la bióloga. Lleva casi seis décadas a pecho descubierto y no ha pillado una neumonía, ella es un microclima en sí misma. Se basta y se sobra para calentar el ambiente. Esta semana se ha psicoanalizado en un plató para desnudarse por dentro, según dijo ella misma, por fuera ya no es noticia. Pero para mí que lo que quiere es promocionar sus memorias meses antes de que salgan, anda que no es larga la interesada.

Que ha yacido con Alberto de Mónaco y sir David Beckham, soltó para abrir boca, eso es un currículo selecto y no el de Nuria Bermúdez. Y para demostrar que sigue en el mercado se ha agenciado otro maromo. Raúl Olivo, se llama el mozo. Un galanzote venezolano entre Francisco Rivera y José Luis Rodríguez,

El Puma, que quita el hipo. Que es un cantante de éxito en el mercado latino, dice en su Twitter, y que solo son amigos. No lo dudo, pero si lo buscas en Google verás que, desnudo, el chico está el doble de bueno que vestido, no todos podemos decir lo mismo. Desde que su íntima Susana Uribarri le levantó a Darek, Ana marca a fuego el territorio.

Me extrañó no verla en los Premios Planeta, la editorial que va a publicar su autobiografía. O declinó la oferta, o no fue llamada a figurar entre tanta vaca sagrada. De los príncipes de Asturias para abajo, estaba hasta el Tato. A la vista de las fotos, aquello, más que un cenáculo literario, parecía el convite de un bodón de provincias. Con su flora y su fauna, empezando por los autores de la casa. Si es por escotazos, Ana no hubiera desentonado. Mira a Carmen Posadas, Marta Robles, Ana García-Siñeriz y Patricia Rato en la revista Semana demostrando que hay dónde agarrarse mucho más allá de los 40. Y del divorcio. Que se lo digan a la ex de Espartaco. Patricia se quedó en los huesos por el duelo y ahora da gusto verla de lo lustrosa que se ha puesto. Antes no salía y ahora no entra. No hay evento pijo que no cuente con su presencia. Ella dirá que es por la vida social y tal, pero si eso no es ponerse a tiro que venga @Anitaobregon y lo diga.

Hablando de singles otoñales, ahí estaba Bono. Otro que saca memorias, pobre del que le toque editarlas, anda que no tiene labia. Si soltara un tercio de lo que sabe, temblaría el misterio, pero no caerá esa breva. Lo que no se le cae es su pelo nuevo. Eso es un flequillo a capas y no el de Carlos Baute, ya quisiera Cavadas ese éxito para todos sus trasplantes. Seguro que tiene tarifa plana en Svenson, como yo la fotodepilación: o pido cita ya o me como otro verano en pantalón.

Volver al mercado a los 60 cuesta, pero a Bono voluntad le sobra. Estos ojitos le han visto cambiar un postre de caérsete las lágrimas por un Vitalinea de frutas del bosque, no me preguntes dónde. El socialismo adelgaza a ojos vista y no solo en las urnas. La dieta Dukan es la clave. Bono se ha quitado 11 kilos, y Pepe Blanco, por el estilo, por no hablar de François Hollande, que tiene al gurú en casa. Para compensar está Felipe. Como tiene novia fija, ha cogido las arrobas que han perdido sus colegas. Igual vuelve a casarse pronto. Y Patricia, al tiempo. ¿No dicen que de una boda sale otra boda?