Hamás festeja como un triunfo el canje de presos con Israel
Todo salió según lo previsto. El sargento Gilad Shalit volvió a casa tras cinco años de cautiverio, mientras que los 477 presos palestinos fueron recibidos como héroes en Gaza y Cisjordania en un canje de prisioneros que Hamás convirtió en un triunfo y una fiesta. Fue una jornada llena de emociones, reencuentros, pero también de amenazas. "Queremos otro Shalit", gritaba la multitud en Gaza, mientras los dirigentes de Hamás anunciaban su intención de capturar más soldados hasta liberar a todos los presos. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió más mano dura. La paz, ayer, parecía tan lejana como cualquier otro día.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.