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Crónica:MUNDIAL DE MOTOCICLISMO | Gran Premio de Australia
Crónica
Texto informativo con interpretación

A Lorenzo no le basta con su coraje

El ganador de 2010 no puede defender el título en la pista después de destrozarse el dedo anular izquierdo en el calentamiento - Fue operado y puede que no vuelva a correr este año

Nadia Tronchoni

Se levantó tarde, más que de costumbre, porque los horarios en el Gran Premio de Australia son benévolos con el paddock, que madruga algo menos gracias a la diferencia horaria con Europa. Con unos vaqueros, su chaqueta de Yamaha y su gorra de rapero se dirigió hacia su garaje; antes de entrar abrazó a uno de sus mecánicos, Valentino Negri, el encargado del hilo musical del que disfruta Jorge Lorenzo antes de cada carrera, y bromeó con Juanito Llançà, que lleva en su equipo desde que el mallorquín aterrizó en el Mundial, con 15 años. Rieron. Y se pusieron manos a la obra. A pesar de que el circuito australiano es territorio casi exclusivo de Stoner, Lorenzo se le había acercado peligrosamente durante todo el fin de semana, símbolo de lo que ha ocurrido durante el curso. Y eso le hacía estar de buen humor, porque pensaba que la victoria no era imposible y que, al menos, podría retrasar el alirón del australiano. No podía sospechar que una caída en el calentamiento le llevaría a destrozarse el dedo anular de la mano izquierda y le impediría correr en Australia.

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Ha sido una temporada dura para Lorenzo. Las Honda han exhibido un estado de forma inigualable. Desde la pretemporada, el piloto de Yamaha pareció derrotado, preocupado por la evolución de la máquina rival. No ha parado de repetir el mismo discurso: "Estoy pilotando mejor que nunca, he mejorado muchísimo como piloto, pero la moto no tanto: falta potencia en las rectas, aceleración y tracción". Los hay que piensan en su equipo que, tras ganar el título en 2010, ha perdido "la mirada del tigre", esas ansias por ganar que le hacían imparable. Sentía que la moto no le acompañaba. Sin embargo, aseguran en su taller, ha hecho una gran temporada, siempre al acecho de Stoner, pues ha sido el único capaz de ponerle contra las cuerdas.

Es fácil sustentar los argumentos de Lorenzo echando un vistazo a los tiempos y las clasificaciones: son las Honda, la de Stoner, la de Pedrosa, la de Dovizioso, la de Simoncelli, todas las Honda, las que se sitúan en cabeza consistentemente desde el primer entrenamiento de cada fin de semana. Y solo un extraño se cuela entre ellas con la misma asiduidad: Lorenzo y su M1, la misma con la que ha logrado dos pole position, tres victorias y 10 podios. El subcampeonato es de Lorenzo, no de ninguna Honda. Y aunque lo de defender el Mundial pareciera una quimera, no pudo hacerlo en la pista después de una caída desafortunada en la sesión de calentamiento de ayer.

Era el último minuto de la sesión y tanto Stoner como Lorenzo, los únicos con opciones matemáticas de llevarse el título a su llegada a Australia, mejoraban sus tiempos. Andaban peleándose por el honorífico puesto de apuntarse el mejor crono de la vuelta de calentamiento cuando el mallorquín sintió un coletazo de su Yamaha, trató de corregirlo abriendo gas y esta lo escupió. La mano izquierda se le quedó enganchada en la maneta del embrague y fue rozando el asfalto durante metros. Nada más levantarse, Lorenzo se quitó el guante. Se había destrozado el dedo anular.

Se produjo una abrasión tan tremenda que perdió la uña y parte del tejido de la primera falange. Tenía un buen corte, además de una luxación en el dedo corazón. Fue trasladado inmediatamente al centro médico del circuito, donde se certificó que no podría correr, y poco después fue trasladado a un hospital de Melbourne. Se le practicó, por la tarde, una cirugía reparadora para recuperar esa primera falange. Los doctores pudieron salvar los nervios y los tendones del dedo dañado y el piloto no perderá sensibilidad ni en el anular ni en la mano. En los dos dedos se le practicó un injerto con tejido y estará, según los médicos, entre cuatro y seis semanas de baja. No correrá en Malasia y puede que tampoco en Valencia. Hoy volará de regreso a casa, a Barcelona, donde seguirá el tratamiento para su recuperación y en función de su evolución decidirá si corre o no la última carrera del año.

Lorenzo, con el dedo anular izquierdo ensangrentado, tras su accidente.
Lorenzo, con el dedo anular izquierdo ensangrentado, tras su accidente.REUTERS

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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