"No tengo un delantero titular"
Mourinho considera "muy difícil elegir entre jugadores tan buenos" como Higuaín y Benzema
Los astrofísicos hablan de espacio y tiempo. Ayer, Pepe Mel estableció una relación directa entre espacio y muerte. "Fuimos a presionar a una zona a la que no debíamos ir", dijo el técnico del Betis después del partido para explicar el momento en que su equipo cometió el primer error defensivo que no se podía permitir ante un adversario que adora correr por la pradera; "si hubiésemos ido de verdad a por la pelota, no habríamos dado tantas facilidades al rival. Creo que cuando presionamos arriba tenemos que estar todos fuera. Ahí pudimos hacer algo más. Presionamos algunos y otros nos quedamos. Eso es mortal porque dejamos espacios".
Sergio no apretó a Marcelo y el lateral metió el pase largo a Cristiano Ronaldo por encima de la zaga. En plena descoordinación defensiva, Chica no halló colaboradores para frenarle. El portugués aprovechó la timidez de Casto, que no dio un paso al frente, para hacer la última entrega con un golpe de tobillo. Higuaín esperó en el segundo palo, libre, como casi siempre que llega a esas posiciones. Fue una maniobra sigilosa por el ángulo ciego de la defensa. Típico de un nueve. Solo tuvo que empujar el balón a la red poniendo el interior del pie derecho.
"Tendré que montar una estantería para los balones", dice El Pipa sobre sus goles
"El primer gol nos ha matado y el tercero nos ha hecho claudicar", observó Mel. En las dos acciones apareció Higuaín, que hizo su tercer triplete en dos semanas. El argentino, de 23 años, suma 77 goles en 135 partidos de Liga con el Madrid. Contra el Betis, como ante el Espanyol, le ayudó Cristiano con sus desmarques y sus pases arrancando desde la izquierda. Higuaín definió en el segundo palo el primero, regateó a Casto en el segundo y picó por encima del portero el tercero. Fueron tres golpes diferentes. Tres soluciones que hablan de un punta completo, frío, demoledor en estados de emergencia. Su tercer tanto cerró el partido en una jugada que el público contempló conteniendo la respiración. Hubo un momento mágico en el Bernabéu. La gente reconoció la presencia de un goleador maravilloso. Se hizo un silencio hasta que la pelota golpeó suavemente la red. Entonces, la multitud emitió un rugido de satisfacción.
José Mourinho se mostró desapasionado y analítico cuando le preguntaron si las últimas actuaciones sellan definitivamente la titularidad de Higuaín en detrimento de Benzema: "No existe para mí un titular indiscutible con jugadores tan buenos. Es muy difícil decir: 'Este es titular y este no'. Es muy difícil jugar tres, cuatro o cinco partidos seguidos con el mismo jugador mientras el otro está en el banquillo. Son jugadores muy buenos. Benzema ha estado muy bien en un momento en el que El Pipa no estaba por no haber hecho la pretemporada. Ahora Benzema se ha ido al banquillo por si teníamos dificultades ofensivas. Pero, después de la lesión muscular que sufrió, es mejor que pasen tres o cuatro días más antes de que regrese".
Higuaín salió exultante de la ducha. Acababa de meter su cuarto triplete con la camiseta blanca. "Voy a tener que empezar a montar una estantería para poner todos estos balones", dijo llevándose a casa la pelota con la que había conseguido su última proeza; "es una forma de devolver el fruto del trabajo a mis compañeros y al club, que siempre ha estado ahí cuando lo he necesitado. Y sobre todo, a mí mismo porque he trabajado mucho para volver. Es el cuarto partido seguido que juego los 90 minutos, contando los de la selección. No lo hacía desde que me operé de la hernia discal".
El goleador tuvo palabras de agradecimiento para su socio de ayer ante el Betis: "Es tan importante el que mete los goles como el que da los pases y Cristiano nos está ayudando con los pases".
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