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La policía busca en una finca de la familia pistas de los niños desaparecidos

Los investigadores dan poca credibilidad al testimonio ofrecido por el padre de los menores de Córdoba, que asegura que los perdió en un parque

La investigación policial para esclarecer el caso de los dos hermanos, de seis y dos años, desaparecidos el pasado sábado en Córdoba se centró ayer en el entorno familiar. Los agentes registraron durante todo el día una finca de la familia del padre a las afueras de Córdoba en busca de pistas sobre el paradero de los niños. Los dos pequeños, Ruth y José, se encontraban pasando el fin de semana con su padre en la ciudad andaluza, cuando, según su versión, perdió de vista a los críos en un parque. Desde entonces están desaparecidos.

Pero la policía desconfía del relato del progenitor. Los agentes mantienen abiertas dos líneas de investigación: los pequeños pueden haber sufrido un accidente, o haber sido secuestrados o víctimas de un desenlace más trágico. "La esperanza es lo último que se pierde", subrayaron fuentes del caso. La policía ha calificado el caso de "alto riesgo" según una directriz de 2009 de la Secretaría de Estado, informa Jesús Duva.

Inspectores del Grupo de Homicidios refuerzan el despliegue policial
Los padres están en proceso de separación desde hace un mes

Los agentes localizaron en la finca restos de dos hogueras donde supuestamente se han encontrado restos biológicos. Ante el hallazgo, el padre alegó que había quemado ropas, objetos y documentos tras la reciente ruptura conyugal con su mujer.

Agentes de la Policía Científica, de la unidad de investigación del subsuelo (alcantarillas) y policías con perros rastreadores acudieron para inspeccionar la finca de la familia paterna. Se trata de una parcela ilegal con una vivienda de dos plantas en el paraje de Las Quemadillas, situado junto a un polígono industrial a las afueras de la ciudad.

El padre, José Bretón, se había presentado voluntariamente con unos familiares en la finca a las 12.30 cuando ya había policías dentro en busca de pistas. La inspección de la finca se prolongó durante todo el día. A las 20.00 la zona seguía acordonada y tanto el padre como los investigadores seguían en la finca.

Los trabajos policiales se reforzaron con la llegada de tres inspectores del Grupo de Homicidios central de Madrid, agentes de la Policía Científica y otros tres de Sevilla, lo cual es un indicio más de que la desaparición es inquietante. Entre estos últimos figura el comisario de la Policía Judicial sevillana Manuel Piedrabuena, que dirigió la investigación por la desaparición de la joven sevillana Marta del Castillo.

Ambos menores viven entre semana con la madre en Huelva y el pasado fin de semana habían ido a Córdoba a pasarlo con el padre, ya que el matrimonio está en proceso de separación desde hace un mes. El padre denunció la desaparición de los menores el sábado a las 18.40. Según su relato ante la policía, se encontraba en el Parque Cruz Conde, una gran área verde de la ciudad, cuando perdió de vista a sus hijos.

El suceso se produjo en un momento muy sensible para la familia. Según fuentes familiares, el padre nunca aceptó de buen grado la decisión de su mujer de separarse. Después de que la noche de la desaparición la madre se enterase de lo sucedido, acudió a la comisaría de Huelva a prestar declaración. Allí, tras aclarar que ella no se había llevado a los niños, decidió presentar una denuncia contra su todavía marido. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huelva confirmaron que la madre presentó denuncia por vejaciones, insultos y malos tratos psíquicos, informa Lucía Vallellano.

La madre de los niños, Ruth Ortiz, de 38 años, es veterinaria y trabaja para la Junta de Andalucía. Su marido, con el que ha iniciado recientemente trámites de separación, José Bretón, llevaba meses desempleado.

Al cierre de esta edición la casa se mantenía a oscuras y solo un goteo de agentes y personas de civil cruzaba la puerta de la finca. Los familiares de la madre de los niños, acompañados por un psicólogo, mantuvieron el mutismo aconsejada por la policía.

José Bretón, con gafas de sol, conversa con los agentes en la finca familiar.
José Bretón, con gafas de sol, conversa con los agentes en la finca familiar.SALAS (EFE)

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