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Manchas en la ciudad. La semana que vio pasar la boda de la duquesa y el adiós del visionario Steve Jobs

fue también la del clamor ciudadano (a menor escala en número de tuits pero de similar intensidad) por las deficiencias de limpieza en las calles de Madrid. El periodista Fernando Berlín (@radiocable), indignado por el espectáculo de suciedad que ofrece

el centro de la ciudad muchos domingos por la mañana, promovió entre sus seguidores la etiqueta #MadridEstaAsqueroso para denunciar casos flagrantes de desaseo urbano. La iniciativa hizo fortuna esa misma tarde y el lunes ya era trending topic y fuente de inspiración para cientos de usuarios soliviantados, que difundieron imágenes de suciedad de sus barrios y, de paso, todo tipo de improperios contra la concejal de limpieza, Ana Botella. La conversación se extendió durante toda la semana con la misma persistencia exhibida por la boina de contaminación sobre la capital, otro de los males ambientales (junto a los olores) a los que nos condena esta prolongada ausencia de lluvias.

Días de huelga. Entre el martes y el jueves, el conflicto por el recorte de profesores en la enseñanza pública volvió a hacerse visible en la calle y en los institutos de la región, con tres jornadas consecutivas de huelga (dos de docentes y

una de estudiantes) que inundaron la conversación en las redes y enardecieron el prolongado pulso que enfrenta a un amplio sector de la comunidad educativa con el Gobierno autónomo. Como ya es habitual desde que se desató el conflicto, la presidenta Aguirre usó su perfil de Twitter (@EsperanzAguirre) para condenar las movilizaciones, un "ataque enorme a la escuela pública", según su interpretación.

Camisetas arrojadizas. No solo la huelga agitó la #mareaverde durante la semana. Los mensajes en Facebook y Twitter se dispararon tras el bronco debate sobre educación con el que la Asamblea de Madrid reanudó el jueves su periodo de sesiones.

El tono desafiante de Aguirre en su cara a cara con Tomás Gómez, líder de la oposición socialista, fue comparado en la Red con el que alimenta los ruidosos debates televisivos de estos tiempos. Pero lo que realmente encrespó la oleada verde fue la alusión al "dinero negro" que, según los informantes de la presidenta, mueve la venta de las camisetas que lucen quienes se manifiestan contra ella. La denuncia que el PP se dispone a presentar por fraude contra varias asociaciones que las distribuyen hizo florecer en Twitter un eslogan alternativo para otro modelo de camiseta, esta vez con caricatura de Aguirre impresa: "Los profes me tienen manía".