El PSC diseña su propio pacto fiscal para combatir la apuesta de CiU
El pacto fiscal y sus sinónimos (modelo de financiación, concierto económico, independencia fiscal) centrarán la campaña catalana al ser la gran apuesta de los dos grandes partidos en liza, Convergència i Unió (CiU) y el Partit dels Socialistes (PSC). La ministra de Defensa, Carme Chacón, candidata del PSC a las elecciones generales, propuso ayer un pacto fiscal "federal" para que los ingresos de Cataluña sean equiparables a los que reciben las comunidades forales -País Vasco y Navarra-. Los socialistas querían aparcar el debate hasta después de las elecciones -así lo reclamaron en el Parlament-, pero ante la insistencia de CiU han acabado por presentar un modelo propio.
La propuesta del PSC, cuyo consejo nacional aprobó las candidaturas para el Congreso y el Senado, combatirá directamente con la de CiU. Artur Mas ganó las elecciones catalanas con la promesa de un "pacto fiscal en la línea del concierto económico" como propuesta estrella e intentará lo mismo en las generales en Cataluña. CiU mantiene el cebo electoral con la excusa de que solo una negociación con el Gobierno central, el que se decide en las urnas el 20-N, puede lograr un pacto fiscal.
Presentando su propio modelo, el PSC da un giro en su campaña. Los socialistas se enfrentan a unos sondeos que pronostican una grave sangría y a la posibilidad de que, por primera vez, CiU les venza en unas generales en Cataluña. Al diseñar un pacto fiscal que responda al de CiU, Chacón evitará dedicar la campaña a desmentir y negar la propuesta del candidato nacionalista, Josep Antoni Duran Lleida. La candidata socialista presenta una alternativa que, aunque diferente en las formas con la de CiU, coincide en un objetivo: equiparar la financiación catalana al concierto ecónomico. El PSC enmarca su pacto dentro del actual régimen de financiación común para hacer el pacto digerible para el PSOE.
