La justicia, pendiente de la salud de Bettencourt
La justicia francesa se interesa de nuevo por la capacidad de gestión de la mujer más rica de Francia, Liliane Bettencourt. La juez de Courbevoie (París) se reunió ayer con los letrados de la multimillonaria de 88 años y los de su hija, Françoise Meyers-Bettencourt, para analizar la petición de esta última de poner bajo tutela a la dueña de l'Oréal. Por primera vez desde el inicio de este interminable culebrón, Bettencourt ha aceptado ser sometida a un examen médico, según filtró ayer la web de Le Figaro. La juez podría esperar los resultados de este chequeo para dar su decisión.
El nuevo procedimiento responde a una demanda de Meyers-Bettencourt antes del verano, convencida de la vulnerabilidad de su madre, aquejada de sordera y de problemas neurológicos. Denuncia que el entorno de la que es tercera fortuna de Francia se aprovecha de esta debilidad para hacerse con parte de su patrimonio. Este último capítulo cierra la tregua que firmaron madre e hija en diciembre del año pasado, después de años de enfrentamientos ante los tribunales.
Un examen médico anterior, realizado el pasado mes de junio, concluía que Bettencourt "estaría en un estado de vulnerabilidad", según reveló ayer la radio RTL. Pero sus letrados denuncian las condiciones en las que se realizó y aseguran que los mismos expertos recomendaron un examen neuropsicológico exhaustivo.
Bettencourt, que ha prometido la "guerra nuclear" a su hija, ha pedido a sus abogados entablar acciones judiciales y ha calificado su posible puesta bajo tutela como una "imbecilidad monstruosa". En una entrevista en televisión emitida este domingo, advertía: "Si me ponen bajo tutela, pues me ponen bajo tutela, ¡pero mugiré!".
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