"Un editorialista con lápiz"

Antonio Fontán, director del desaparecido diario Madrid, solía decir que José María González Castrillo, Chumy Chúmez (San Sebastián, 1927-Madrid, 2003), era un "editorialista con lápiz". Aquella fue precisamente la época "más pletórica" del humorista gráfico, según los editores del libro Chumy Chúmez, el humor y la libertad. Los años del diario Madrid (1967-1971), escrito por María Ángeles Fernández Escudero (Madrid, 1965), periodista y amiga del dibujante, que ayer se presentó en el festival La Risa de Bilbao.

Fernán Escudero, como firma, ha querido reflejar una parte inédita de la vida de Chúmez -"nada muy indiscreto"- y descubrir al gran público su faceta como escritor y la repercusión social de su trabajo. Para la periodista, este "disciplinado" humorista, quien trabajó en La Codorniz y Hermano Lobo, entre otras muchas publicaciones, es "sinónimo de libertad de pensamiento". Tuvo que esquivar la censura férrea de los años cincuenta y la de mediados de los sesenta, algo "menos dura". En aquella época, el humor gráfico resultó básico para que el periodismo "recuperara credibilidad", apunta la autora, quien está escribiendo su tesis doctoral sobre Chúmez.

Chumy Chúmez es "sinónimo de libertad de pensamiento", apunta la autora

Una firma de libros por Francisco Ibáñez cierra hoy el festival de humor

No fue la única presentación literaria de ayer en las carpas del Arenal. Juan Ignacio y José Ángel, dos hombres sin destino, de los humoristas y guionistas Montero y Maidagán, fue muy bien acogido también por el público. El director de cine Álex de la Iglesia dijo en su día tras leer esta obra de teatro sobre dos amigos con vidas muy dispares, que nunca se había reído así en su vida.

Montero y Maidagán, responsables de algunos guiones de Camera café, ¡Ala..Dina! y Plaza de España, entre otras series televisivas, leyeron y escenificaron un fragmento de su último trabajo, "escrito en servilletas de bares". La forma de trabajar de esta pareja artística, unida desde hace más de 12 años, es sencilla: "Hablar y hablar y apuntar los que nos hace gracia". ¿Cómo ven el futuro? "Muy bien. Siempre harán falta historias por mucho que cambien los formatos", zanja Montero.

El área de librería del festival, estuvo ayer atestada de público que, aprovechando el buen tiempo, buceó entre libros tan dispares como un anecdotario de Fernando Fernán-Gómez, varios recopilatorios de Forges, viejos ejemplares de Hermano Lobo o un libro de "tacos e improperios" de toda Europa. Entre los rimeros de ejemplares se colaron también las memorias de Mariano Rajoy, En confianza.

El festival, que cierra hoy sus puertas a las 14.00, ha organizado a partir de las 12.30 en la carpa principal, una firma de libros de Francisco Ibáñez, el padre de Mortadelo y Filemón, quien anoche recogió el premio del festival. Un poco antes (11.30), se leerán los 10 cuentos finalistas del concurso de microrrelatos.