La disputada herencia de María Nadal
Estepona y Ontinyent exigen a los obispos los 40 millones que les legó una vecina
María Catalina Nadal quiso que sus bienes -casi tres millones de metros cuadrados en fincas- sirvieran de ayuda a las parroquias de sus dos pueblos: Ontinyent (Valencia), donde vivió y de la que su padre, José, fue alcalde, y Estepona (Málaga), lugar de origen y residencia de su familia materna.
Así lo certificó en testamento en 1973, cinco años antes de su fallecimiento, a los 88 años. Ambas poblaciones reclaman 33 años después a los obispos la inversión de alrededor de 40 millones de euros del legado de Nadal en sus parroquias.
La fallecida dispuso en su testamento que un tercio de sus terrenos en Estepona -en torno a 780.000 metros cuadrados- se destinaran preferentemente a "obras de tipo cultural, social y religioso de la parroquia de Los Remedios". Todos los colectivos consultados inciden en que el testamento es muy claro en cuanto al uso que se debía dar al dinero y que el Obispado, designado albacea y no beneficiario, lo está ignorando deliberadamente.
Esos bienes, que fueron vendidos en 2005, debían ser gestionados por una fundación, que gestiona el Obispado de Málaga. En agosto, el consejo pastoral de la parroquia, formado por 14 seglares y presidido por el párroco, intentó infructuosamente reunirse con el obispo, Jesús Catalá. No sucedió. Un abogado les dijo que el Obispado utilizaría libremente el dinero para otras necesidades de la Diócesis y una semana después, el cura de Los Remedios fue trasladado a otra parroquia.
En Ontinyent, la coalición de gobierno entre PSOE y Compromís llevará a Pleno una moción para reclamar al Arzobispado de Valencia la inversión de 23,3 millones.
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