Puntapié a la justicia social
Es verdad que la crisis se hizo evidente en el 2008, pero el origen hay que buscarlo al menos dos o tres décadas atrás. ¿Cómo es posible que, habiendo alcanzado cotas de riqueza nunca vistas, dicha riqueza no nos haya servido para corregir las desigualdades sociales, sino para aumentarlas? Entre todos, por acción u omisión, hemos enriquecido de forma inmoral a unos pocos y empobrecido a la mayoría. Es decir, le hemos dado un puntapié a la justicia social y he aquí las consecuencias.
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