E. Leclerc se multiplica

La crisis económica general se ha reflejado en los últimos meses en un descenso de la demanda de productos de gran consumo, alimentación incluida, lo que se ha notado en las cuentas de los grandes grupos de la distribución y en la evolución de sus estrategias de crecimiento. En unos casos, se han limitado las aperturas y, en otros, como en el caso de Eroski, se procedió a la venta de una parte de sus hipermercados. En la posición contraria, el grupo de distribución francés E. Leclerc hacía una apuesta por España con la compra de siete de esos centros al grupo vasco en la comunidad de Madrid por 120 millones de euros, a la vez que inicia una política de expansión en todo el territorio nacional. "Estas compras", señala el portavoz del grupo en España, Dominique Santos, "forman parte de una estrategia de desarrollo y crecimiento en el mercado español para lo que estamos estudiando nuevos proyectos y oportunidades de expansión, tanto por la vía de compras como por la construcción de centros propios".

La compra de productos locales sin intermediarios marca su política

E. Leclerc no acaba de llegar al mercado español de la distribución. En 1992 puso en marcha su primer centro en Navarra, al que siguieron otros. En total, solo 11 aperturas más en esos años hasta la adquisición en los últimos meses de los centros de Eroski, política a la que se pretende dar ahora un impulso.

El grupo francés nació en la pequeña localidad francesa de Landernau hace 60 años, donde, Édouard Leclerc, con 23 años, abrió una pequeña tienda de 16 metros cuadrados. El lema innovador frente a la competencia era "comprar barato, para poder vender barato". Sin intermediarios. Lo que surgió en un principio solo con productos de alimentación se fue ampliando a otros de gran consumo en los hogares con un desarrollo espectacular de centros en todo el territorio francés, adaptados a las nuevas demandas.

E. Leclerc cuenta en la actualidad con una cuota del mercado alimentario en Francia del 17,4%, según los datos manejados por la empresa, frente al 12% de la competencia más directa. Aunque Francia ocupa el primer lugar en su volumen de ventas con más de 500 centros sobre los más de 600 del grupo, Leclerc está presente igualmente en Italia, España, Portugal, Polonia, Eslovenia y Andorra.

En Francia el grupo opera con diferentes formatos de ventas, desde los supermercados a los hipermercados. En España, el objetivo es operar inicialmente solo bajo el formato de grandes centros. "Ofrecer todo al consumidor bajo un mismo techo, entre 4.000 y 6.000 metros cuadrados", señala Dominique Santos, con unas inversiones medias por centro entre los 15 y los 30 millones de euros.

Sin embargo, la filosofía de funcionamiento de los hipermercados será la misma que la seguida por todos los centros en el país vecino.

La alimentación será solo una parte, aunque la más importante, de una oferta donde también hay otros bienes de gran consumo como bricolaje, parafarmacia, gasolineras, textil, viajes u óptica.

Como en Francia, el grupo desarrollará una política de compra muy ligada a las producciones y a los productores locales en cada punto donde se encuentre ubicado el centro, desde las cooperativas agrarias a los industriales. La potenciación de estas compras es una de las reglas de oro de la política del grupo. La misma responde al objetivo de fomentar la actividad económica de la zona, pero también a criterios medioambientales, evitando el transporte innecesario de mercancías y su incidencia por las emisiones de CO2.

Al margen de las compras directas de los productos locales, el grupo funciona ya con una central donde se negocian las condiciones de compra con los proveedores más importantes nacionales o multinacionales. Sin embargo, cada centro tiene libertad para negociar y mejorar esas condiciones base.

En su estrategia de vender barato comprando el máximo de productos directamente en origen, los centros E. Leclerc operan con la marca Guía para productos baratos, una segunda marca más barata, Eco+, y Tissaia en moda. Los objetivos de esta política los concretan los responsables del grupo en la defensa del poder adquisitivo del consumidor, lograr un equilibrio alimentario y defender el medio ambiente. E. Leclerc fue el primer grupo de distribución que implantó las bolsas de pago en 1996. En apoyo al comercio justo o comercio de productos de terceros países, el grupo maneja un centenar de referencias bajo la marca Max Havelaar.

La marca blanca ocupa, sin embargo, un lugar discreto en el volumen de ventas de los centros E. Leclerc con unas 1.200 referencias y solamente el 8% de su facturación. -