El Papa sigue la gira alemana pese al susto de los disparos
Benedicto XVI se reunió ayer en Friburgo, una zona muy católica del suroeste de Alemania, con el excanciller alemán Helmut Kohl para, según el arzobispo Robert Zollisch, "reconocer la labor del canciller de la Unificación". El Papa llegó a la ciudad sureña pocas horas después de que un hombre disparara en Erfurt -región de mayoría protestante al este del país- con una escopeta de aire comprimido contra unos guardas de seguridad.
Portavoces del Vaticano calificaron el suceso de "insignificante". El portavoz policial, Dirk Sauter, confirmó que "hubo disparos con algún tipo arma de aire comprimido" desde una ventana. No hirieron a nadie. Tras allanar la vivienda desde donde salieron los disparos, la policía detuvo a un sospechoso de 31 años que niega haber disparado. La policía se ha incautado de dos armas de aire comprimido, pero no ha explicado los posibles motivos del autor de los disparos ni de su estado mental.
En Erfurt, el Papa se había reunido con varias víctimas de abusos sexuales en instituciones de la Iglesia. El encuentro no figuraba en la agenda de la primera visita oficial de Joseph Ratzinger a su país natal. Pero se esperaba un gesto de este tipo durante los cuatro días que pasará en Alemania.
La Iglesia alemana se vio sacudida durante el año 2010 por una serie de escándalos por los abusos sexuales a menores perpetrados desde hace décadas en diversas instituciones católicas. Según el comunicado de la Conferencia Episcopal alemana, el Papa "aseguró a los presentes que los responsables de la Iglesia trabajan en el esclarecimiento de estos delitos".
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