Luces y algunas sombras nuevas
Iñaki Azkuna, quien disfruta de su primera mayoría absoluta para gobernar Bilbao, ha sido el blanco de las críticas políticas y municipales de Bildu
La mayoría absoluta que el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, estrenó tras las municipales le ha procurado un arranque de mandato, el cuarto, tranquilo, aunque no exento de polémicas auspiciadas o aumentadas por Bildu, el nuevo miembro de la corporación, con los mismos ediles (cuatro) que el PSE. La coalición soberanista no ha dejado pasar de largo ni una sola cuestión ciudadana o política con tal de atacar al equipo de gobierno. La opinión que la izquierda abertzale tiene de Azkuna es de sobra conocida: le consideran españolista y autoritario.
Ya en el primer pleno extraordinario, el 17 de junio, en el que, entre otras cosas, se establecieron las mesas de contratación y las asignaciones de los grupos, Bildu dejó ver las grandes diferencias que separan su proyecto de ciudad del de Azkuna. El portavoz de la coalición en la ciudad, Txema Azkuenaga, se abstuvo en la votación de las retribuciones al no compartir su cuantía y propuso que las sesiones plenarias se celebren por la tarde para que los ciudadanos puedan participar más en ellas.Con las cuentas saneadas -Azkuna canceló en marzo la deuda histórica de la capital vizcaína- y sin necesitar un socio de gobierno -EB, además, se quedó sin representantes-, el equipo de gobierno se ha visto envuelto en polémicas por asuntos menores, como el problema que aún colea en relación al derribo de un gaztetxe en el barrio de Rekalde. Fue el primer asunto ciudadano que Bildu usó para criticar la gestión peneuvista.
El alza de impuestos y el nombramiento de Julia Madrazo han levantado polémica
A medida que avanzaba el verano, sin embargo, las polémicas en torno al equipo de gobierno fueron adquiriendo tintes políticos y un mayor peso.
Tras abogar por una "separación total" entre la Administración pública y las confesiones religiosas, Bildu marcó más distancias al anunciar que no acudiría a los tradicionales actos religiosos en la basílica de Begoña y en las ermitas de Pagasarri y Artxanda los días 15 y 16 de agosto. No obstante, criticó a Azkuna por obstaculizar la apertura de una mezquita en el barrio de Basurto.
La Aste Nagusia marcó otro momento de conflicto. Bildu reclamó al alcalde un pacto para que evitar el plante de las comparsas el miércoles festivo (el 24 de agosto) en protesta por la sanción que el Ayuntamiento impuso a dos de ellas vinculadas a la izquierda abertzale -Kaskagorri y Txori Barrote- por exhibir fotografías y pancartas en apoyo a presos etarras durante las fiestas de 2009. La coalición también solicitó al consistorio que se levantara el "castigo político" a las txoznas sancionadas.
Por todo ello, se unió a una manifestación "contra las imposiciones españolistas". Unas 2.000 personas marcharon por el centro de la ciudad en el día grande de la Aste Nagusia (el 26) y lanzaron proclamas por la independencia y el acercamiento de los presos.
El grupo municipal de Bildu consideró igualmente un error la prohibición por la Audiencia Nacional de tres actos en apoyo a los presos etarras convocados por Kaskagorri. Azkuna, de su lado, destacó que la Aste Nagusia resultó "muy templada" en lo político, pese a que reconoció que se registraron más pintadas que en otras ocasiones en el recinto festivo en favor de ETA y sus presos. El regidor atribuyó esas muestras de respaldo a que "hay mucho nostálgico y melancólico de otros tiempos pasados".
Candidata a capital mundial del diseño en competencia con Dublín y Ciudad del Cabo, Bilbao acogió además la meta y la salida de dos etapas de la Vuelta Ciclista a España por primera vez después de 33 años de ausencia de la ronda en Euskadi. No hubo incidentes relevantes, pero Bildu rechazó actos que, en su opinión, "buscan asimilar Bilbao a cualquier ciudad española".
Entre los puntos sombríos de estos 100 primeros días de gobierno está el anuncio de la subida generalizada de los impuestos y tasas en un 2,5% en 2012, muy criticada por la oposición, tras dos años congelados. El equipo de gobierno podrá sacarlos adelante sin mayores problemas, gracias a la mayoría absiluta que le dan sus 15 ediles. Socialistas y soberanistas se inclinan más por modificaciones que respeten el principio de redistribución de la riqueza.
Otra decisión del equipo de gobierno muy cuestionada por la oposición ha sido el nombramiento de Julia Madrazo, exmiembro del anterior equipo de Azkuna y exedil de EB, como presidenta del Tribunal Económico-Administrativo del consistorio, pese a ser un cargo con una remuneración simbólica que combinará con su trabajo en un despacho de abogados.
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