Bildu encara su primera gran reválida

Cumplido el plazo de 100 días de gracia que se concede a cualquier Gobierno -hoy llega la fecha redonda tras constituirse los Ayuntamientos el pasado 11 de junio-, al alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, un independiente de Bildu que se había distinguido por reclamar la separación del barrio de Igeldo, se le acaba el crédito que le concedió la oposición tras su llegada al poder.

"No han hecho nada". Con esa rotundidad y coincidencia evalúan los portavoces municipales del PSE, PNV y PP la gestión de los soberanistas en la capital guipuzcoana, el mayor de los 101 consistorios vascos que rigen. Un suspenso rotundo y sin paliativos es la nota que conceden a un equipo municipal que, según esos tres partidos, ha sido incapaz de tomar ninguna decisión relevante en estos más de tres meses, más allá de anunciar que quiere paralizar proyectos de gran calado que estaban en marcha. Tampoco ha explicado aún cuál es su modelo de ciudad. Izagirre se aproxima a la hora de la verdad y se juega su capacidad de mando.

Gasco: "Lo triste es que no ha pasado nada. San Sebastián ha perdido 100 días"

Está por ver si la oposición, que suma una amplia mayoría en el consistorio donostiarra (19 concejales frente a los ocho de Bildu), permitirá que Izagirre siga en el puesto si no es capaz de aprobar los presupuestos de 2012 y tampoco se gana la confianza de la mayoría en el debate sobre el estado de la ciudad del próximo 20 de octubre. En ambas citas se verá la capacidad de aguante de Bildu y su disposición al pacto.

Izagirre no comprende la irritación de sus adversarios si, como ha llegado a decir, "las calles se limpian, el alumbrado público se enciende, los autobuses circulan y a nadie se le corta el agua". Lo obvio le resulta relevante, replica la oposición. El regidor independentista insiste en que "todo funciona con normalidad" y se felicita porque en San Sebastián "no pasa nada". En eso coincide con el socialista Ernesto Gasco: "Lo triste es que no ha pasado nada. San Sebastián ha perdido 100 días". El popular Ramón Gómez lo define como "el desgobierno total", mientras que Eneko Goia, del PNV, juzga "pobre y muy escaso" el balance de Bildu.

Para Izagirre, en cambio, su gestión no tiene una sola mancha, porque la ciudad es "más social, plural y participativa".

Las críticas le llueven a la coalición soberanista desde todos los flancos por cuidar mucho los gestos dirigidos a su electorado radical -la retirada del retrato del Rey y de la bandera española del salón de recepciones, los guiños a los familiares de los presos de ETA...- mientras desatiende los grandes retos de la ciudad: la vivienda, las finanzas locales o los proyectos estratégicos. Muchas reuniones y pocas decisiones es la tónica habitual desde el 11 de junio.