"Lo público, ni tocarlo", advierten los indignados
Asambleas de todos los barrios anuncian concentraciones
Los recortes sanitarios han empezado. Y los usuarios lo saben y lo condenan en público. M., un menor de 11 años, que tuvo que ser operado de apendicitis urgente el domingo, pasó por dos hospitales antes de ser ingresado en el quirófano de La Fe a la una de la madrugada. Llegó en una "ambulancia-taxi" que iba recogiendo por las calles de Valencia a otros pacientes derivados del Clínico y del General, porque en ambos hospitales el sábado por la noche no hay cirujano ni anestesista de guardia. La Plataforma per la Millora y Defensa de la Sanitat Pública, la de Salud Mental, la de la Ley de Dependencia y asambleas del 15-M de prácticamente todos los distritos de la capital aglutinaron ayer a millar de "indignados" con los recortes presupuestarios en los servicios sociales. "Lo que es público, ni tocarlo", fue la consigna de la manifestación, que recorrió el centro desde la plaza del Ayuntamiento.
Un grupo de estudiantes de EE UU también quiso participar de la protesta. Jessica, estudiante californiana de 21 años en Sagunto, confiesa "estar interesada en el debate" y se posiciona "en contra de los recortes en los servicios públicos". "Queremos que la gente tome conciencia de lo que van a hacer: recortes en servicios públicos básicos, pero más inversión en Defensa", apunta Jaime, un vecino del barrio de Algirós.
Más técnico, un "particular" que prefiere el anonimato muestra una de las pancartas más exhaustivas: "El 3% de las grandes empresas realiza el 71% del fraude fiscal que asciende a 42.711 millones de euros". La fuente, el sindicato de técnicos de Hacienda. Más iconoclasta, una tela pintada de rojo y negro advierte de que: "Me pincharán y no me sacarán ni una gota de sangre". La sociedad civil se desangra entre "desahucios por hipotecas" impagadas y el "copago" en los servicios básicos. "Hace falta ya, una huelga general". Asambleas de todos los distritos anuncian concentraciones todos los fines de semana.
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