La larga espera de Parker
La asignatura pendiente con Francia contrasta con su éxito en la NBA
Nacido en Bélgica (Brujas, 1982), de madre holandesa y padre estadounidense y criado en Francia, Tony Parker da forma al sueño francés: una primera medalla de oro en una competición internacional de máximo rango. Titular de San Antonio Spurs desde que tenía 19 años, cuenta con tres anillos de la NBA y el premio de mejor jugador de las finales de 2007, cuando Nicolas Sarkozy le entregó la Legión de Honor, la más importante condecoración francesa. Ese mismo año se casó con la actriz Eva Longoria, de la que se separó hace unos meses.
Se veía en él al futuro dominador del baloncesto europeo cuando ganó, junto a Diaw, Mickael Pietrus y Turiaf, el Mundial junior de 2000 en Zagreb, el mismo año en que la selección absoluta, todavía sin él, logró la plata olímpica, tras perder ante Estados Unidos. Pero en 10 años Francia no ha logrado llevar más metal a sus vitrinas que el bronce europeo en 2005. "Mentalmente es duro. Contra Italia en el Europeo de 2003 estuvimos cerca de la medalla (fueron cuartos). Contra Grecia, en 2005 (perdió en las semifinales) debimos haber sido campeones. En 2007, a Rusia la habíamos ganado por 40 puntos en la preparación y perdimos por tres en los cuartos. Al final te preguntas: ¿Vamos a acabar consiguiéndolo? ¿Es realmente fuerte nuestro equipo? ¿He hecho todo lo que he podido?".
Parker está convencido de que esta vez será la buena. Haber tenido que esperar 10 años para disputar una final no deja de ser un acicate. "Soy un gran soñador. Sueño con ganar alguna cosa con el equipo de Francia. Las cosas más bellas son las que más cuesta obtener. En la NBA todo ha sido muy rápido para mí, con Francia no ha sido igual". España es su referente: "No ganó hasta 2006. Sin embargo, tenía la misma generación desde 1998. Es duro forjarse una identidad; por fin lo estamos consiguiendo".
Contra España precisamente se estampó el equipo francés hace dos años en Polonia (86-66). Fue un partido de cuartos de final del que Parker salió muy mal parado, con solo seis puntos y tres asistencias, consecuencia del sobresaliente marcaje de Ricky Rubio. "Fueron más fuertes, no hay nada que decir", admite. Esta vez Francia cuenta con un refuerzo importante, el de Joakim Noah, pívot de Chicago Bulls. "Puede aportarnos defensa y rebote, algo que echamos de menos en 2009 contra la España de Pau Gasol".
Parker es todo un personaje en Francia. Muy implicado con el desarrollo del baloncesto, era accionista del Asvel Villeurbanne cuando la pasada temporada echaron al entrenador, Vincent Collet, precisamente el seleccionador francés. Parker, que acaba de asumir el cargo de director general del club, se excusa: "Yo era solo un accionista y no pude hacer nada".
En la selección, Parker sí puede resarcir a Collet y redimirse por los repetidos fracasos. "Como jugador, no tengo nada que probar ni en Europa ni en la NBA. Pero como líder, apoyo de mis compañeros y conductor del juego, todavía puedo ser mejor. Es un desafío para mí". Parker desea tanto como necesita la medalla de oro. Su problema, como otras veces, es que España está de por medio.
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